¿Qué hacer cuando en seguridad no hay definición política?

¿Qué hacer cuando en seguridad no hay definición política?

Hemos señalado en varias ocasiones el grave error estratégico en que incurrió el gobierno del presidente López Obrador al inicio de su sexenio, que no definió un objetivo claro en materia de seguridad pública, interior y nacional. Los objetivos definidos desde lo más alto de la política son claves por muchas razones, pero principalmente por que manifiestan de forma explícita el estado final que desea alcanzar un gobierno determinado en materia de seguridad y orienta los recursos a su disposición hacia esa dirección trazada. Esta falta de definición perjudicó a las instituciones recién creadas como la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a otras que se reacomodaban como el Centro Nacional de Inteligencia. Los especialistas de esas instituciones obviamente pudieron confundirse al no saber que cursos de acción tomar para alcanzar el éxito ni tampoco cómo se debían coordinar. En resumen, sin objetivos no hay nada y el presidente no corregirá en el resto de su administración ese error que tiene de origen y que afectan los resultados en materia de seguridad y deja en vulnerabilidad a la población frente a la criminalidad. Entonces ¿Qué hacer con la seguridad cuando no hay objetivos políticos definidos? ¿Qué pasa con las instituciones, los recursos y su personal? La teoría indica que, a falta de liderazgo político, la planeación y la definición de objetivos tendría que desplazarse hacia aquellas burocracias conocedoras de las amenazas y las vulnerabilidades que afectan a un país en particular. Sobre todo, la responsabilidad tendría que caer en burocracias profesionales, estables, sujetas a rendición de cuentas y con pesos y contrapesos democráticos. Por una parte, las...
¿Crimen organizado como terrorismo en México?

¿Crimen organizado como terrorismo en México?

Las dificultades para reprimir las actividades criminales y violentas en México, se piensa, podrían ser disminuidas con el desarrollo de una política antiterrorista. En este sentido, la senadora Lilly Téllez presentó el pasado 7 de julio una propuesta de reforma al código penal que, pese a sus limitaciones, podría servir como base para comenzar a delinear lo que pudiera ser el inicio de una política antiterrorista. Teóricamente, el crimen organizado y el terrorismo son cuestiones diferentes, de eso no hay duda. Lo que sí se encuentra a debate es qué tantos beneficios acarrearían utilizar los instrumentos antiterroristas para luchar contra la, transnacional y violenta, criminalidad mexicana. La propuesta de la senadora Téllez explora tímidamente este camino, pues se limita a incluir en el capítulo de terrorismo del código penal las actividades criminales, cuestión que difícilmente podría significar un cambio sustancial que ayude a la lucha contra la criminalidad en el territorio nacional, ya que no profundiza en las complejidades de las actividades criminales, las terroristas y sobre el uso de la violencia. La criminalidad mexicana y el terrorismo comparten elementos comunes, de ahí la pertinencia de luchar contra ellos con instrumentos del mismo tipo. En este sentido, las dos actividades, de manera general: 1) se conforman por grupos de personas organizadas; 2) tienen mecanismos de reclutamiento; 3) procesos de radicalización; 3) utilizan la violencia; 4) tienen injerencia en la vida social, política y económica; 4) crean redes tanto de protección como de defensa social, política y económica; 5) tienen mecanismos de control territorial; y 6) se vinculan con otras organizaciones de su tipo; pese a la diferencia en objetivos...
¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

La matanza de Acteal en 1997 tendría que ser un recordatorio permanente al gobierno local y federal de lo que ocasiona la ausencia de autoridad en regiones altamente polarizadas y armadas. Por ello, los hechos ocurridos en Pantelhó, Chiapas, principalmente en los días del 5 al 8 de julio pasados, resultan muy delicados y se estima que serán un indicador del tipo de conflictos que se avecinan en la región. Por ello, valdría la pena considerar algunos elementos desde el punto de vista de la inteligencia y la estrategia que podrían aminorar la intensidad y la frecuencia de lucha. Controlar la ampliación del modelo de autodefensas como forma de organización civil para ofrecer resistencia frente a las bandas criminales. El modelo de autodefensa tiende a crecer en zonas sujetas al avance de organizaciones criminales tales como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cartel de Sinaloa (CS) y células remanentes de los Zetas. En 2021 se tiene información sobre grupos de autodefensas en Michoacán, Guerrero, Sonora, San Luis Potosí, Veracruz y en Chiapas. La preocupación es que las autodefensas amplían el panorama criminal mexicano dado que algunos de estos grupos han mostrado ser penetrables e influenciables por el crimen organizado y otros grupos de interés (políticos, económicos o hasta religiosos), es decir, que pueden tener un origen “civil” pero rápidamente pueden transformar su naturaleza en una incluso criminal. No parece posible en este momento alcanzar éxitos operativos sosteniendo dos o más “Aguilillas” simultaneas y en diferentes frentes. Aguililla, Michoacán, ha mostrado la dificultad que tienen los cuerpos militares para recuperar un territorio aislado, montañoso, con caminos complejos y en...
Reynosa: la violencia del negocio criminal

Reynosa: la violencia del negocio criminal

La ciudad de Reynosa en Tamaulipas, una vez más, se volvió noticia de violencia el pasado 19 de junio. El homicidio de 15 personas demostró la ausencia e incapacidad de las instituciones de seguridad federales, estatales y municipales para hacer frente a células criminales. Este tipo de hechos violentos demuestran el reto que implica la criminalidad y la forma en que se puede ejercer la fuerza en los procesos de gestión de sus negocios. Las organizaciones criminales hacen uso de una serie de herramientas para la gestión de sus negocios, siendo la violencia una de las principales. Se utiliza internamente para ejercer control sobre las unidades administrativas y productivas; hacia afuera, para enfrentar a la competencia, a la estructura reguladora, las autoridades, y advertir a los ciudadanos. De ninguna forma un fin, sino una actividad más del negocio criminal para mejorar su posición en el mercado. El nivel de la violencia, su exhibición y el nivel de riesgo que conlleva, suelen estar relacionados con los objetivos y las formas de comprender las consecuencias de su uso. El homicidio paulatino de personas suele pasar desapercibido, mientras que los atentados en contra de población no combatiente tienen un impacto social local, que, en algunos casos, como en Reynosa, trasciende al ámbito nacional y que en raras ocasiones a lo internacional. La violencia criminal en pocas ocasiones tiene un impacto social que trascienda en el tiempo. La generalización de hechos violentos satura a las audiencias, quienes desesperadamente e incitadas por el miedo, buscan racionalizar la violencia y aislarse o distanciarse de ella. Para ello, las personas crean barreras físicas e imaginarias para...
Los ataques en Reynosa Tamaulipas y la Guardia Nacional: escenarios comunes

Los ataques en Reynosa Tamaulipas y la Guardia Nacional: escenarios comunes

Desde el 2019 en CIS Pensamiento Estratégico alertábamos del riesgo que representaba para el clima de inseguridad en México, el diagnóstico limitado sobre la inseguridad en el país que el presidente López Obrador y su equipo habían hecho. De forma específica hicimos 4 señalamientos. El primero era que no podían basar su estrategia en la tesis de que solo es posible enfrentar a la criminalidad a partir de un rediseño institucional que elimine prácticas corruptas anteriores, ya que esto solo representa una pequeña parte del problema de inseguridad. El segundo era que, al seguir esa ruta del rediseño institucional, éste tomaría tiempo (que no se tiene porque era necesario dar resultados rápidamente) y que solo provocaría la oscilación del péndulo por un tiempo, pero no garantizaba algún éxito en el mediano y largo plazo y que la situación regresaría nuevamente a niveles de inseguridad francamente alarmantes. El tercer señalamiento consistía en señalar que el problema no era la Policía Federal. Si somos objetivos, la Policía Federal y la gran mayoría de sus elementos habían mostrado evolución, compromiso, integridad en infinidad de sus operativos y que esas historias negras que había no representaban las políticas institucionales ni a la mayoría de sus mujeres y hombres. Eran casos específicos que había que señalar, sancionar y corregir para evitar que volvieran a suceder pero que, así como los norteamericanos no deshicieron a la CIA por los errores cometidos en el 9/11 sino más bien la reforzaron, tampoco México debía destruir a la institución solo por los errores de unos pocos. El cuarto señalamiento era que el cambio de inteligencia nacional a inteligencia...
Los 4 pilares de la nueva política antiterrorista interna de los Estados Unidos

Los 4 pilares de la nueva política antiterrorista interna de los Estados Unidos

El 15 de junio pasado, el Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de los Estados Unidos presentó, por primera vez en su historia, una estrategia nacional para contrarrestar el terrorismo interno. El documento, consecuencia de los actos de insurrección en el capitolio de Estados Unidos en enero de 2021, busca enfrentar la actividad de una amplia variedad de personas y organizaciones que con el uso de la violencia afectan la Seguridad Nacional del país. El terrorismo dentro de Estados Unidos, como en cualquier otra nación, es complejo. Se tienen registradas una amplia variedad de demandas o ideologías que sustentan atentados, generalmente de baja intensidad en cuanto a destrucción y pérdida de vidas. El extremismo de izquierda y derecha; el nacionalismo, el ambientalismo radicalizado y la supremacía racial han utilizado la violencia terrorista para intentar incidir en los valores y políticas de las comunidades estadunidenses. Desde la década de los setenta se tienen contabilizados 520 atentados terroristas en el territorio de Estados Unidos, los cuales han dejado 3 mil 427 víctimas. Estos atentados, con bajo nivel letal (un tercio de las víctimas corresponden a los atentados del 11 de septiembre) y de destrucción, han dejado también una serie de íconos criminales como: Theodore Kaczynski, el unabomber, al atacar a científicos y académicos de 1978 a 1995; Timothy McVeigh y Terry Nichols quienes destruyeron el complejo del gobierno federal en la ciudad de Oklahoma en 1995; los hermanos Tsarnaev que atacaron a  participantes del Maratón de Boston en 2013; Omar Mir Seddique Mateen quien atacó a miembros de la comunidad LGGT+ en Orlando en 2016 y Patrick Crusius quien también atacó...