El Informe Policial Homologado como base para el análisis y la inteligencia criminal

El Informe Policial Homologado como base para el análisis y la inteligencia criminal

Los modernos sistemas de policía dependen de la información y de su análisis para la producción de inteligencia. Los avances tecnológicos permiten a las instituciones de seguridad utilizar instrumentos que ayuden a la predicción, prevención y reacción ante la violencia y la criminalidad. Desde hace ya algunas décadas se ha presentado una transformación de las policías en occidente que buscan dejar atrás el viejo modelo tradicional reactivo de perseguir delincuentes; sin embargo, en México, pese a los altos niveles de violencia y de criminalidad esto no se ha logrado del todo. México aspira a contar con instituciones de seguridad modernas con capacidad de hacer frente a los hechos criminales y de violencia. El Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica, así como algunas experiencias locales en materia policial, demuestran intentos por utilizar información e inteligencia en el proceso de la toma de decisiones y en la acción policial. Las experiencias exitosas en el control criminal a nivel local se han enfrentado a un reto mayúsculo: el reporte ciudadano. En todo el planeta, la participación ciudadana es la base de toda acción policial, debido a que es el canal por el que las autoridades conocen los hechos presumiblemente criminales, las faltas administrativas o las emergencias, sin lo cual es posible producir inteligencia e implementar un modelo policial diferente al reactivo tradicional. La información policial en México, oficialmente, se recopila sustancialmente por dos canales: las llamadas a los números de emergencia y con el Informe Policial Homologado. En uno, los ciudadanos informan sobre actos en los que piensan debe de presentarse una autoridad para atenderlos, el segundo es elaborado por los...
Replantearnos las estrategias de seguridad a partir de Fátima

Replantearnos las estrategias de seguridad a partir de Fátima

Es innegable que el mundo ha cambiado y la realidad actual es tan diferente a aquella de hace algunos años, que nos es imposible explicarla basándonos en teorías o paradigmas antiguos.  El caso de los feminicidios, el más reciente, el de la niña Fátima, pero de igual forma todos los que los han antecedido, tienen un rasgo en común: la poca eficiencia de las autoridades. Es decir, las instituciones han fallado en construir mejores esquemas de inteligencia, seguridad y procuración de justicia con una lógica más integral y enfocada en la persona. Evidentemente no hay una sola forma de atender los problemas de inseguridad relacionados a cuestiones de género. La misma teoría feminista refleja una amplia gama de perspectivas y formas de enfrentar el fenómeno, entre ellas está el feminismo liberal, el feminismo crítico, el feminismo constructivista, el feminismo ecológico, entre algunas otras.  Sin embargo, es necesario que las instituciones replanteen sus procesos poniendo al género como objeto referente de la seguridad. El problema es que la teoría y práctica de la seguridad en México no ha cambiado mucho con los años. Por ello, algunas ideas que pueden servir para la reflexión futuras. Cambiar la lógica jurídico-masculina de los enfoques de seguridad. Las políticas de seguridad pública en México tanto a nivel federal, estatal y municipal siguen estando basadas en una lógica masculina de resolución de conflictos que se suscita en las calles. Para ello, las instancias de seguridad y de procuración de justicia han diseñado esquemas preventivos, reactivos y disuasivos para atender ese conflicto cotidiano. Sin embargo, no se ha entendido que el concepto central en materia de...
La construcción de un sistema de seguridad para México: la estrategia del paso a paso

La construcción de un sistema de seguridad para México: la estrategia del paso a paso

En las pasadas semanas se discutió una supuesta propuesta de reforma a las leyes que rigen el sistema de justicia penal del país. El documento, aparentemente filtrado, hace evidente la nada nueva frustración de los responsables de los institucionales de seguridad para hacer frente a los serios, graves e históricos retos de seguridad y justicia derivados de un proceso de reforma que ha demostrado no cumplir con la expectativas. La lucha contra el tráfico de drogas ha puesto en evidencia lo obsoleto del actual sistema de seguridad y justicia penal e intensificó su muy necesaria reforma. Desde los primeros años del presente siglo, el país comenzó a repensar la función de sus policías, a reforzar las instituciones y encontrar modelos que pudieran hacer frente a la inseguridad y desorden que permea desde aquella época y que pudiera gestionar las consecuencias de las políticas de seguridad en distintos ámbitos, como, por ejemplo, en contra del terrorismo internacional. La reforma a las policías: primer paso En este proceso de reforma, que sexenio a sexenio lo modifican por lo cual no ha terminado, el primer actor al que se intervino fue el eslabón más claro en la construcción de seguridad y que a su vez, menos resistencia opondría: las policías. Estas instituciones, históricamente con un bajo nivel de legitimidad y conocidas e identificadas como corruptas, fueron señaladas como la fuente de criminalidad, impunidad y violencia. Ante ello, fueron evaluadas, observadas, marginadas y limitadas en las funciones que cada una de ellas desempeña. En aquella época se pensó que México necesitaba una policía semejante al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados...
La huella ligera o la huella profunda en seguridad: el gran dilema

La huella ligera o la huella profunda en seguridad: el gran dilema

Cuando se diseña un plan de seguridad casi siempre se toma la misma ruta: 1) utilizar la fuerza para tomar control de aquel territorio (nacional o extranjero) que está en posesión del adversario. Para lograrlo, implica atacar la voluntad que éste tiene para seguir combatiendo o resistiendo el embate, es decir, hacerle ver al grupo contrario que el costo de seguir peleando es muy alto, por lo cual es necesario la rendición; 2) una vez que la primera fase ha concluido, entonces se buscan establecer acuerdos políticos que permitan desorganizar y desmantelar a estos grupos que motivaron el ataque original. Sin embargo, pocos se detienen a pensar en las consecuencias que tendrán a futuro esas acciones emprendidas. En el contexto de la intervención militar en Afganistán lidereada por los norteamericanos, existían dos posturas sobre la estrategia que debían seguir. Por un lado, el secretario de defensa de aquel momento, Donald Rumsfeld era partidario de la denominada huella ligera. “La cual consiste en una intervención inmediata, rápida, con fuerza militar mínima pero contundente y sin preocupaciones colaterales de lo que pudiera suceder en la región; por otro lado, el secretario de estado Colin Powell era partidario de una campaña más elaborada, con más medios y con menos urgencia en su ejecución, teniendo en cuenta sobre todo la situación final deseada y sus consecuencias políticas – la denominada huella profunda” (Berenguer, 2017). Efectivamente, de esa discusión salió vencedor Rumsfeld y los errores estratégicos de esa decisión se siguen padeciendo casi 20 años después. Sin embargo, independientemente de ambas posturas, lo positivo era que el gobierno norteamericano reconociera que toda acción de...