México y los tres batazos en las grandes ligas de la seguridad

México y los tres batazos en las grandes ligas de la seguridad

Las aportaciones a la seguridad internacional de las instituciones de seguridad mexicanas han sido tradicionalmente secundarias. El Gobierno de la República parece querer cambiar la situación con una mayor exposición y transparencia de las acciones de afectación internacional que realiza.  Tres ejemplos, públicos, nos demuestran una inclinación de trabajar en las grandes ligas de la seguridad, modificando la situación exterior y cooperando con otras naciones. El primero es la demanda en contra de los productores de armas en Estados Unidos; el segundo, la formación grupos conjuntos para la investigación en eventos criminales de alto perfil; y finalmente, la lucha contra el tráfico de propiedad cultural.  México y sus instituciones de gobierno suelen ser insulares y verse hacia dentro. En el campo de la seguridad, uno de los que más celos produce en todas las naciones, ha sido una práctica en los tres niveles de gobierno, que ha impedido plantear estrategias que conlleven la coordinación sistemática horizontal entre los muy variados actores encargados de la prevención, la contención, la investigación y la persecución de las actividades, violentas, criminales y antisociales. Este tipo de coordinación entre instituciones y la confianza que conlleva, es una muestra de altos niveles de profesionalismo y madurez, pues toda persona quiere trabajar y colaborar con otra que cumpla ciertos estándares mínimos de calidad y confianza que asegure la consecución de los objetivos planteados por la coordinación. Esto, común en toda actividad humana, resulta de la mayor complejidad en un campo de la administración pública opaco, reservado, patrimonialista, que utiliza la fuerza y decide sobre la vida y libertad de las personas. Ante ello, coordinar acciones entre...
¿Por qué es insuficiente el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras Derechos Humanos y Periodistas?

¿Por qué es insuficiente el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras Derechos Humanos y Periodistas?

Diversos medios de comunicación han dado cuenta que en los 3 años del sexenio del presidente López Obrador se han registrado 29 asesinatos en contra de periodistas. La cifra es alarmante por varios sentidos, la más importante sería porque en una democracia en proceso de consolidación como lo es el caso mexicano, un comunicador no tendría que ser ni amenazado ni asesinado por el solo hecho de ejercer su trabajo; pero la otra razón por lo cual alarma esta cifra, es que, en promedio en los últimos 3 sexenios, de 2000 a la fecha, había habido alrededor de 40 periodistas asesinados por administración presidencial. Con los 3 años restantes de la presente administración de gobierno, la tendencia sería que acabaría entre 50 y 60 periodistas asesinados en total. Los orígenes de las amenazas y posterior asesinatos de periodistas tienen dos fuentes principalmente: las que provienen de funcionarios públicos y las que realizan personas o grupos dedicados a actividades criminales. Las respuestas de los gobiernos han sido variadas, y quizá el esfuerzo mas importante, aunque por supuesto insuficiente, resultó ser el que impulsaron diversos periodistas y funcionarios públicos de la administración del expresidente Calderon que permitieron la creación de la Ley para protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas y el Mecanismo de Protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas en 2012. Constantemente se ha señalado que el Mecanismo tiene problemas en su ejecución debido a la falta de recursos, o porque tiene obstáculos para fortalecer la coordinación entre autoridades o que incluso el problema radica en que las medidas implementadas se hacen de forma incorrecta....
Las Fuerzas Armadas a debate. Entre dar clases y construir aeropuertos

Las Fuerzas Armadas a debate. Entre dar clases y construir aeropuertos

El debate sobre la militarización en México es un tema complejo; como en cualquier nación, las Fuerzas Armadas tienen una relación con el mundo civil particular, que, en nuestro caso y ante la historia de las dictaduras latinoamericanas crea, miedo y desconfianza en algunos sectores sociales. Las Fuerzas Armadas mexicanas, desde hace décadas, se encargan de una serie de funciones que bien podrían ser responsabilidad civil, pero que por sus características le son encomendadas.  Este debate no es único para México, como ejemplo, la gobernadora de Nuevo México, en Estados Unidos, solicitó la presencia de la Guardia Nacional para cubrir la escasez de profesores de nivel básico, medio y medio superior, contagiados por COVID-19. Propone el de apoyo de emergencias para subsanar las faltas y evitar que los niños y jóvenes dejen de recibir educación. La solicitud ha causado sorpresa, si bien, estratégicamente podría ser correcto hacer un llamado a la Guardia Nacional para apoyar o substituir sectores estratégicos, en la práctica, el despliegue de soldados en aulas de clase alimentará al debate sobre las relaciones cívico militares en aquel país, al igual que la idea en Idaho de sustituir al personal de las prisiones y clínicas con la Guardia Nacional. En México, el debate sobre la participación de las Fuerzas Armadas en situaciones de emergencia es complejo. Si bien se comprende plenamente lo que se esta haciendo durante la emergencia pandémica, la otra emergencia, ya de varias décadas, de seguridad, nubla el debate y complica el entender su papel en el desarrollo de la Nación, el liderazgo y desarrollo de los proyectos estratégicos y prioritarios del Gobierno de...