¿Habrá desobediencia civil frente al COVID-19?

¿Habrá desobediencia civil frente al COVID-19?

El Diputado Porfirio Muñoz Ledo exponía, a través de su cuenta de Twitter, que las declaraciones que hizo Javier Alatorre, del noticiero de TV Azteca, para que no se acataran a las disposiciones del Consejo de Salubridad, era un llamado a la desobediencia civil. El tema de la desobediencia civil, producto del confinamiento de la sociedad, es muy relevante. Sobre todo, desde el punto de vista de la inteligencia esta situación invita a abrir una serie de interrogantes con miras a reducir el riesgo en dado caso de que suceda. Proponemos tres preguntas centrales para abordarlo. ¿Es posible que haya desobediencia civil producto del confinamiento? En términos simples, la desobediencia civil se refiere a una protesta colectiva que rechaza las normas (temporales o permanentes) que se han establecido por un gobierno. Esa protesta puede darse contra gobiernos autoritarios o también en sistemas democráticos en rechazo el estado de derecho impuesto por la autoridad. John Rawls y Jürgen Habermas han escrito ampliamente sobre el tema. La desobediencia civil aparece cuando los intereses o demandas de la sociedad no son considerados por el propio sistema político. Lo importante es que no depende enteramente de la madurez de un sistema político o la popularidad de un presidente. Por lo tanto, la respuesta para el caso de México es que si pudiera suceder la desobediencia civil. Esta hipótesis se ve favorecida por los altos niveles de polarización política que existen recientemente, y que permiten que sectores de la sociedad consideren que las medidas del gobierno están afectando sus derechos. ¿Cuándo aparecería la desobediencia social? No hay una receta mágica que haga que aparezca...
Tres ganadores (hasta ahora) del COVID-19

Tres ganadores (hasta ahora) del COVID-19

El COVID-19 ha modificado la situación que vive el planeta, por primera vez en la historia moderna alrededor de un tercio de la población se encuentra virtualmente detenida a espera que la contingencia se termine, y con la esperanza de volver a una, muy posiblemente inexistente normalidad. Los saldos de la pandemia serán variados: desde relaciones familiares en rompimiento, hasta Estados o instituciones internacionales marcadas por la duda de su legitimidad, eficacia y eficiencia. Pese a ello, y con un claro deterioro de lo que comprendemos como “normal”, hay sectores que claramente saldrán victoriosos de la contingencia. A la fecha, los gobiernos han registrado casi 150 mil defunciones personas han perdido la vida y al menos 2 millones se contagiaron del virus en 185 de los 195 países del planeta. La reacción mundial a la pandemia, heterogénea en su aplicación, fue la reclusión de las personas a sus hogares con la finalidad de controlar la dispersión del virus y evitar la saturación de los servicios médicos. Con ello, los gobiernos y las sociedades están demostrando sus cualidades y fortalezas para enfrentar con orden y bajo ideales democráticos una situación global. En general e independientemente del tipo de respuesta, hay un acuerdo de que, aparte de la crisis y drama para las personas que contraen el virus y sus consecuencias, se presentará una recesión o crisis económica no vista en el sistema global. Esta, se calcula, dejará como un pequeño catarro la presentada en 2009, pues tendrá un saldo de -3% del PIB mundial y la pérdida de alrededor de 25 millones de empleos en el planeta. Esta terrible situación...
Trump y el tercer intento de Criminalizar a México

Trump y el tercer intento de Criminalizar a México

Justo, hace poco más de un año, advertíamos al gobierno de México sobre las acciones que estaba planeando el gobierno de Donald Trump en contra de los intereses nacionales. Los golpes políticos que había recibido el presidente norteamericano en las elecciones de noviembre de 2018 y la negativa de la cámara de representantes, en marzo de 2019, a declarar el estado de emergencia en la frontera con México, iban a ocasionar que su comportamiento fuera menos previsible y más agresivo con México. Nuestros análisis indicaba que el gobierno del presidente Trump estaba diseñando una estrategia, para aplicarse a México y otros países, que pudiera ser útil para alcanzar 4 objetivos que le interesan. Primero, que cuando fuera necesario, la estrategia pudiera utilizarse para distraer la atención de los norteamericanos de aquellos temas de política interior que estuvieran afectando la imagen presidencial y su aprobación con miras a la reelección del 2020. Segundo, que sirviera para señalar a un adversario que fuera visible y que importara solo para aquellos que respaldan al presidente. Tercero, que le permitiera obtener una ganancia política o económica de ese adversario, el cual muy probablemente cedería producto de la presión que se ejercería en su contra. Cuarto, que si bien la estrategia debería prever la posibilidad de utilizar fuerza para que tuviera resultado, no obstante, el énfasis debía estar en la parte que mejor sabe utilizar el presidente Trump y que es el discurso. Producto de esa investigación, recomendábamos dos cosas. En primer lugar, que se tuviera especial cuidado con el concepto que algunos especialistas norteamericanos buscaban introducir y que era el del Estado Criminalizado....