La militarización de la policía mexicana con o sin Guardia Nacional

La militarización de la policía mexicana con o sin Guardia Nacional

A casi dos décadas de los atentados ocurridos en Nueva York, Virginia y Pensilvania el 11 de septiembre de 2001, se ha vivido un proceso de militarización de las instituciones policiales en las democracias occidentales. Las naciones que han sido blanco de los mayores y más impactantes actos criminales tanto de motivación política (terrorismo) como económica (tráfico de drogas, por ejemplo) han recurrido a las fuerzas armadas para enfrentar este tipo de violencia. En la actualidad, México discute la creación de una Guardia Nacional, desgraciadamente, y pese a su importancia, se ha dejado a un lado un tema nodal en el campo de la seguridad: la indefinición que tiene el país de modelo policial. Independientemente de las filias o fobias hacia dicha Guardia, existe una realidad palpable: las policías mexicanas de los tres órdenes de gobierno, al igual que en otras democracias, están perdiendo su identidad de origen para cada día parecerse más a las Fuerzas Armadas. La evidencia es clara. Las policías locales, a similitud de la Policía Federal, lentamente se han vuelto unidades de reacción que utilizan grandes vehículos blindados, rifles de asalto, uniformes tácticos e inclusive, algunos de ellos, máscaras que ayuden a preservar su identidad. Esto ha creado una identidad que pretende inspirar/generar miedo en el enemigo a partir de un despliegue de violencia física y simbólica hacia todo aquel con quien tengan contacto. Ante ello, estas policías han dejado de parecerse al policía clásico de barrio que controla el desorden y la criminalidad con su presencia y un tolete. Esta situación se agrava con el uso de vehículos aéreos, los famosos helicópteros Black Hawk,...
200 años de avance policial y el sistema mexicano del siglo XIX

200 años de avance policial y el sistema mexicano del siglo XIX

México necesita replantearse lo que hace en el campo de la seguridad. La urgencia se cuenta en cadáveres que se apilan en los servicios forenses, los crímenes raramente denunciados y el debilitamiento de las instituciones nacionales. El tiempo, desde hace décadas, nos consume y de no cambiar el sistema de seguridad y justicia seguiremos viviendo una situación de emergencia. La seguridad en el mundo es uno de los mayores retos, en algunas naciones está controlada en otras, como México, se encuentra desbordada, no es para menos. El país tiene un sistema de seguridad y justicia propio del siglo pasado, las instituciones de seguridad de los tres niveles de gobierno con dificultades logran resolver los delitos sencillos o del orden común, ya no digamos los de criminalidad organizada y poco o nada tienen que hacer ante en los delitos que se presentan y presentarán durante del siglo XXI. Las dos naciones que tienen los sistemas de seguridad más avanzados y que en algunos momentos y lugares sirven de guía para las autoridades mexicanas son los Estados Unidos de América y el Reino Unido. El primer país desde la década de los setenta ha creado y experimentado, con buenos resultados, los que para México es una novedad, la Policía Orientada por la Comunidad, de proximidad o como se le quiera llamar. Este modelo de policía se basa en el desarrollado a finales de la década de los veinte, en el siglo XVII, si, en los 1800, cuando se creó la Policía Metropolitana de Londres. Esta última, establecida a partir de diez premisas de Sir Robert Peel, colocó por primera vez al...