Seguridad… entre lo civil y militar

Seguridad… entre lo civil y militar

La tensión entre el ámbito civil y el militar en lo que a la seguridad en México continúa. La propuesta del Presidente de la República para que la Guardia Nacional sea adscrita, formalmente, a la Secretaría de la Defensa Nacional demuestra y hace evidente, de nueva cuenta, los problemas que el país tiene para conformar sus instituciones gubernamentales en lo que es considerada la primera función del Estado y precondición para la vida social, económica y política: la seguridad.  El dilema entre lo civil y militar se encuentra generalizado en las democracias occidentales, son escasos los países ausentes de debates sobre quiénes deben encargarse de la seguridad y los límites que se les impone para respetar los derechos humanos y ciudadanos. Ni los Estados Unidos, ni el Reino Unido, ni Francia, ni España, ni Argentina, ni Chile y tampoco las lejanas Nueva Zelanda o Australia, lo tienen resuelto, pues la búsqueda del equilibrio entre seguridad y libertad continúa, así como la selección del mejor tipo de institución a encargarle esa compleja y flexible seguridad del siglo XXI.  El caso mexicano es peculiar y paradigmático, pues, a diferencia de las naciones antes mencionadas, tiene retos de criminalidad y violencia muy distintos. Aquellas naciones no son cede de organizaciones criminales transnacionales como las mexicanas, ni son exportadoras de violencia, tampoco tienen niveles similares de violencia criminal y menos han perdido control territorial, como sucede en nuestro país.  La militarización es una tendencia internacional, la complejidad y flexibilidad criminal obligan a buscar la adaptación constante de los cuerpos burocráticos. Las policías militares, aparte de la lealtad y la obediencia que las distinguen,...