Por supuesto que el conflicto Irán vs. Estados Unidos no es nuevo. Pero tampoco podemos solamente limitarlo a los meses anteriores, específicamente a diciembre de 2019. Vale la pena recordar que desde que la República Islámica de Irán se instaura en 1979 con la llegada del Ayatolá Jomeini y la expulsión del Sha Reza Pahleví, la relación con los Estados Unidos ha sido extremadamente complicada.

Entre los momentos de mayor tensión entre ambos han estado 1) la toma de la embajada de los Estados Unidos en Teherán; 2) la guerra Irak-Irán de los 80s; 3) la primera guerra del golfo en el 91 y evidentemente la segunda guerra en el 2003; 4) los ataques militares y cibernéticos norteamericanos a instalaciones nucleares iraníes y 5) por supuesto diversos momentos de presión norteamericana durante la etapa de la “guerra contra el terrorismo” que empezaron cuando el ex presidente Bush los incluyó en su denominado “eje del mal” junto con Corea del Norte e Irak.

El conflicto, por lo tanto, no ha iniciado en este 2020, mas bien es un capitulo más de la historia de los últimos 40 años entre ambos países. Y en esencia el motivo del conflicto podría encontrarse en lo que comentaba el Profesor Británico-Americano Bernard Lewis y esto es que “Irán se islamizo pero no se arabizo” y evidentemente eso ha molestado a los norteamericanos por mucho tiempo. Recordemos que Irán es una nación persa que fue conquistada por los árabes y que posteriormente fue islamizada específicamente por los chías musulmanes.

El gobierno de los Estados Unidos quisiera tener una relación con Irán cómo la tiene con países sunníes, especialmente como su relación con Arabia Saudita, Jordania o en su defecto Egipto. Pero eso no será posible mientras los Ayatolas sigan estando presentes en la toma decisiones políticas del país. No solamente por la complicada relación que han tenido ambos países y que ya exponía, sino porque el chismo iraní tiene muy claro que mientras los norteamericanos mantengan bases militares en suelo santo, específicamente en Arabia Saudita donde se encuentran La Meca y La Medina no hay margen de negociación con el gobierno de Washington.

Por lo tanto, en este 2020 continuará la confrontación en el discurso y en acciones concretas, pero no estimamos que habrá conflicto armado entre ambos. Tanto Irán como los Estados Unidos han sabido calcular el resultado de sus acciones y declaraciones bélicas muy bien en los últimos años para no escalar la violencia a niveles de un conflicto armado y esa seguirá siendo la tendencia en el año muy probablemente.

Generalmente la confrontación entre ambos países, es decir, asesinatos selectivos, bombardeos y presión a las embajadas se hacen en un tercer territorio. Particularmente se dan en Iraq o Siria y por lo tanto la presión será para esos países principalmente. No debemos olvidar que ésta ha sido una estrategia militar que han seguido los norteamericanos con éxito desde la Guerra Fría donde el teatro de operaciones de la confrontación y el conflicto entre soviéticos y norteamericanos lo trasladaban precisamente a un tercer país y eso de alguna forma evitaba el escalamiento de la violencia.

Sin embargo, es importante prever que ya desde el 2018 tanto Irán como Estados Unidos habían empezado a expandir su teatro de confrontación a otros países y seguramente eso continuará en este 2020. Ese es el principal riesgo que estimamos. El primer lugar es Yemen, dónde ambos países están de alguna manera involucrados en el conflicto entre la coalición de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos contra los Huties y que supuestamente son apoyados militar y financieramente por Irán.

El segundo lugar es Venezuela. El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha estrechado relaciones con Teherán, así como con Moscú y Beijing como forma de presionar a los norteamericanos.

No obstante, nuestra estimación en este 2020 es que es que Irán no decidirá tener un conflicto con los Estados Unidos, con Arabia Saudita o con Israel directamente. Militarmente no esta en condiciones y sería un suicidio político, social y económico para todo el proyecto que vienen encabezando los Ayatolas desde 1979.

Sin embargo, lo que también es probable es que Irán, si se siente presionado por el gobierno del presidente Trump, desarrolle entonces cinco escenarios de conflictos (2 que ya hecho antes y tres nuevos) y quizá hasta los pueda conducir de forma simultánea: 1) ataques a la embajada norteamericana en Iraq como el visto en días recientes o secuestros o asesinatos de civiles norteamericanos o sus aliados tanto en Siria como en Irak. 2) Acciones de sabotaje, donde sean los Huties quien los lleven a cabo, en contra de instalaciones petroleras en Arabia Saudita, sobre todo en instalaciones cerca de la frontera entre Arabia Saudita y Yemen o en sitios cercanos al Mar Rojo. 3) El primer escenario nuevo es que haga su primera prueba nuclear hacia finales de este año ya que esta ha sido una demanda vieja del país islámico porque dentro de su dilema de seguridad, considera, entre otras cosas, que las tres religiones monoteístas que lo amenazan tienen armas nucleares, pero si bien el islam tiene armas nucleares a partir de que Pakistán las desarrolló, en realidad el chiismo no tiene y esta indefenso. 4) El otro escenario nuevo que podría explorar sería el utilizar Venezuela como plataforma para lanzar sabotajes con drones en contra de instalaciones petroleras o de generación de electricidad tanto en Brasil como en Colombia. Que puede ser un escenario muy riesgoso para Venezuela por las consecuencias que tendría, pero que no es descabellado para algunos dentro del gobierno de Venezuela. 5) Presionar a los norteamericanos a partir del petróleo ya sea utilizando su posición privilegiada en el Estrecho de Ormuz, o con acciones directas sobre sus propias reservas o producción de barriles de petróleo.

Por otra parte, no le damos una alta probabilidad a que los Norteamericanos abran un conflicto militar con Irán en el año. No solamente por el discurso del Presidente Trump del 8 de enero que técnicamente le bajó los niveles de confrontación con Irán, sino porque en un proceso electoral el conflicto (la guerra) no es popular, mas bien lo que le es rentable al presidente Trump es mantener los niveles de confrontación con retórica y acciones específicas, pero sin asumir ningún compromiso.  Por lo cual, si veremos acciones militares en contra de Irán, pero dentro de Siria o Iraq como ya lo hemos visto en años anteriores.

En conclusión, el año inició muy movido en temas internacionales. Seguramente, por la importancia de Irán en temas energéticos, será un año con presiones sobre los mercados petroleros. Por ello, el gobierno mexicano tendrá que evaluar bien el contexto y no debe permanecer ajeno ya que los brazos de Teherán llegan hasta Latinoamérica que es donde el Gobierno del presidente Lopez Obrador ha concentrado esfuerzos de política exterior, específicamente con Centroamérica y los temas de ayudas financieras para reducir flujos migratorios.

 

Francisco Franco Quintero Mármol es Maestro en Inteligencia y Seguridad Internacional por el King´s College London, Director de CIS Pensamiento Estratégico, consultor, catedrático y conferencista en temas de inteligencia y seguridad