Esta semana fue nombrada la nueva titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Clara Luz Flores. La ex candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, ex presidenta municipal de General Escobedo, ex presidenta de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal e impulsora y reconocida por la policía de Proximidad Social y el uso de evidencia para la seguridad, será la encargada de hacer lo importante y no lo urgente en materia policial en México.
El SESNSP, encargado de desarrollar la política policial del país, entre muchos de los temas pendientes tiene el de la medición de la criminalidad. Actualmente, se continúa publicando, el día 20 de cada mes, la incidencia delictiva que se utiliza como indicador para conocer la situación que impera en el país en materia de seguridad. Ésta, es la única herramienta homologada que tenemos para medir la criminalidad.
La incidencia delictiva, a pesar de ser inexacta, es lo mejor que ha podido producir el Estado Mexicano, sobre un tema prioritario para la población. Los datos y el comportamiento del registro de las carpetas de investigación, se espera, sea de utilidad en la toma de decisiones. De tal forma que, si sube el número de las carpetas de investigación de robo a negocio en un estado, se crea una estrategia estatal para contrarrestarlo; si sube el número de carpetas de investigación de lesiones en un municipio, también se crea una estrategia municipal, y así en todos los delitos y órdenes de gobierno.
Cuando baja el número de carpetas de investigación también se toman decisiones y dejan de priorizar la lucha contra algunos delitos. Sin preguntarse y/o cuestionarse el comportamiento del número de denuncias registradas en las Fiscalías Estatales, en general, se modifican las estrategias y la distribución de los recursos conforme al comportamiento de la incidencia delictiva. Esta situación, utilizar evidencia inexacta en la toma de decisiones, posiblemente podría explicar el fracaso institucional para dar seguridad.
México se encuentra retrasado en la profesionalización y modernización policial. El país continúa con un modelo de policía del siglo pasado que, ante la realidad actual y las expectativas ciudadanas, nada tiene que hacer. Ahora bien, el reto de nuestras policías, a manera comparada, se encuentra generalizado en el planeta. Específicamente la medición de la criminalidad es un reto compartido con las naciones con mayor desarrollo en el campo de la seguridad, como Estados Unidos que, aún con todos los recursos, desde la década de los ochenta se encuentra actualizando su registro criminal.
El registro criminal iniciado en Estados Unidos en la década de los 30 quedó a cargo de Buró Federal de Investigaciones o FBI, desde entonces se ha utilizado el Programa de Reporte Uniforme Criminal o URC para medirla. Este, con pocas modificaciones, comenzó a ser sustituido en 1988, cuando se acordó la creación del Sistema Nacional de Reporte Basado en Incidentes o NIBRS, con el que se pretende mejorar el registro criminal mediante la ampliación del catálogo de datos, la mejora de la forma en que se registran de los crímenes, entre otras acciones, para con ello conocer de mejor forma la situación criminal.
El Sistema Nacional de Reporte Basado en Incidentes permite contabilizar los crímenes sin jerarquía, de tal forma que cada uno de los crímenes que se presentan en un incidente son contabilizados, se hace la distinción entre el intento y el hecho consumado, también incluye datos sobre la ciberdelincuencia, sospecha de uso de drogas de los presuntos responsables, mayores categorías para definir los delitos de drogas, sobre la relación entre la víctima y el presunto responsable en los delitos contra las personas y patrimoniales y los crímenes contra la sociedad.
Esta información se suma a la que tenía el Programa de Reporte Uniforme Criminal de las personas arrestadas, los datos de los empleados policiales, el uso de la fuerza, delitos de odio y la estadística de oficiales de policía asesinados y agredidos, accesible en mapas y a nivel municipio, de forma anual y conformada por datos de las llamadas de emergencias, los reportes policiales y de las investigaciones criminales.
La información del Sistema busca mejorar la comprensión de la naturaleza de los incidentes en los que se presentan diversos delitos, identificar patrones de victimización, explorar los perfiles de los presuntos responsables, realizar análisis comparativo entre jurisdicciones, identificar tendencias criminales emergentes, ayudar a priorizar el uso de recursos para la prevención e investigación, aportar evidencia para las políticas públicas, mejorar la transparencia y rendición de cuentas.
El desarrollo del Sistema Nacional de Reporte Basado en Incidentes implicó un esfuerzo para la homologación y producción de mayor información sobre los delitos de las 18 mil policías de EEEUU. Aparte de la actualización de los procedimientos internos de cada departamento, de esperar un periodo de implementación de 2 a 3 años, después de un proceso de adquisición de entre 12 y 18 meses y una inversión inicial aproximada, por estado, de 14 millones de dólares y de mantenimiento anual de 4.
El trabajo de 32 años entre el FBI y las policías de EEUU, dieron como resultado que actualmente se tenga, en el Sistema Nacional de Reporte Basado en Incidentes, información de solo 60% de las instituciones de seguridad, teniendo entre las ausentes las relevantes policías de Nueva York y Los Ángeles. Esta experiencia, nos muestra la existencia de complejas barreras para el cambio en el reporte criminal, nos ayuda a valorar lo que en México se ha hecho la fecha y ayuda a moderar las expectativas de tener a corto plazo un registro nacional criminal de utilidad para la toma de decisiones gubernamentales.
Recomendación estratégica: México debe seguir trabajando para mejorar y actualizar los instrumentos de seguridad. La recolección de información y su procesamiento, entre ellos el reporte criminal, es clave para generar evidencia que sustente las políticas, estrategias y acciones. Si bien, como en EEUU, nos podremos tardar décadas en construir un sistema de información pública de utilidad, es imperativo volver el tema prioritario, pues dentro de más pronto comenzamos más pronto terminaremos. En este sentido, los tomadores de decisiones podrían asumir una posición pedagógica, dejar de festejar las bajadas de la incidencia delictiva y asumir el compromiso de que sus instituciones de seguridad colaboren para generar información criminal.
Último momento: El 29 y 30 de junio se realizará la cumbre de la Alianza de Tratado del Atlántico Norte o la OTAN en Madrid, España, en dónde se discutirá y acordará su dirección estratégica (valores y propósito) para la próxima década. Entre los temas contemplados en la agenda se encuentra la invasión de Rusia a Ucrania, el aumento de la influencia de China para la seguridad y el cambio climático.
Agradezco los valiosos comentarios de Misael Barrera Suárez, Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en seguridad e inteligencia. Síguelo en @MisaelBarreraS
Fernando Jiménez Sánchez es investigador CONACyT en El Colegio de Jalisco y colaborador del CIS Pensamiento Estratégico. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores; Doctor en Análisis y Evaluación de procesos Políticos y Sociales por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en Análisis y Prevención de Terrorismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Síguelo en @fjimsa