A partir del mes de octubre, México iniciará un periodo electoral que concluirá en junio de 2021. En las elecciones del siguiente año se elegirán más de 21 mil cargos de elección popular donde destacan la elección de 500 congresistas federales de la Cámara de Diputados, 15 gobernadores y diputados locales de 29 congresos.
De acuerdo con nuestras estimaciones, la probabilidad es alta de que durante este proceso electoral aumenten en al menos 20% la incidencia delictiva en el País.
Lo anterior se deriva de dos razonamientos principalmente: 1) los criminales requieren llegar a acuerdos con los nuevos funcionarios públicos y por lo tanto ejercerán violencia para intimidarlos y así tener una posición favorable para la negociación y 2) el sistema de seguridad federal podría verse afectado dada las aspiraciones políticas del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Este punto es importante porque por primera vez en 20 años—desde que se creó en el año 2000 la Secretaría de Seguridad Pública, su posterior transformación en Comisión Nacional de Seguridad en 2013 y la nueva creación en 2019 que es la Secretaría de Seguridad Ciudadana— el titular a cargo de la seguridad pública del País abandonará el cargo para buscar un puesto de elección popular.
Ese movimiento hará que durante un periodo de tiempo y mientras el nuevo titular que lo reemplace se adapta, las líneas de mando se atorarán, varios compromisos y acuerdos institucionales se tendrán que rehacer y las personas tendrán que acostumbrarse a nuevos métodos y objetivos de trabajo. Mientras tanto, los criminales aprovecharan este tiempo para infiltrarse en las campañas como ha sucedido anteriormente.
Evidentemente, una institución de gobierno que recién se crea o que tiene al frente a un nuevo titular, tarda más tiempo en adaptarse y ser efectiva que una organización criminal cuyos procesos son más simples y por lo tanto más ágiles.
En este sentido, observamos escenarios altos y muy altos de violencia en las siguientes entidades.
En el Sur:
Durante la administración del presidente López Obrador, el sur-sureste recibirá programas ambiciosos de infraestructura lo que genera derramas importantes de recursos.
Por esta razón, las siguientes elecciones son claves para muchas personas y grupos interesados en ser quienes utilicen esos recursos o autoricen los permisos para las construcciones correspondientes.
-> La línea tendencial observada en la región es que habrá tardanza en negociar los proyectos de infraestructura importantes y la violencia inhibirá el efecto expansivo de los programas y acciones gubernamentales
- El escenario de violencia alta se espera en Chiapas.
- El escenario de violencia media se espera en Yucatán y Campeche.
En el centro:
En los estados del centro del País se han concentrado los esfuerzos de combate a la criminalidad principalmente por que la política de seguridad del presidente está enfocada en detener el tráfico ilícito de combustibles.
-> La línea tendencial observada en la región es que las detenciones de miembros de la delincuencia organizada no afectaron sus estructuras por lo cual están reorganizándose para tener tratos con las nuevas autoridades que vayan a ser electas. El objetivo sería integrar un frente, con las organizaciones criminales del centro, que contrarreste al Cartel de Jalisco Nueva Generación.
- El escenario de violencia muy alta se espera en Oaxaca, Puebla, Veracruz, Guerrero, Estado de México, Michoacán y Jalisco
- El escenario alto de violencia se espera en Tlaxcala, Ciudad de México y Colima.
En el norte del territorio:
Los estados del norte serán el punto neurálgico de las elecciones del 2021 dado que ahí sucederán 9 de las 15 gubernaturas en juego, así como cargos a diputaciones y ayuntamientos.
-> La línea tendencial observada en la zona es que el factor de atracción productiva del País se neutralizará por la expansión del crimen organizado y por lo cual los indicadores de violencia estarán repuntando.
- El escenario muy alto de violencia se espera en San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas, Chihuahua y Sonora
Recomendación estratégica. El presidente López Obrador ya autorizó a que sus colaboradores puedan competir por un cargo de elección popular en 2021. Por lo tanto, la recomendación sería que el secretario Durazo Montaño no espere a renunciar una vez que inicie formalmente el proceso electoral porque podría generar un vacío en la toma de decisiones en materia de seguridad. Lo ideal hubiera sido que el cambio de timón en la Secretaría de Seguridad Ciudadana se diera hace 6 meses, sin embargo, en vista de que esto no es posible, lo mejor será que renuncie en los próximos días o una vez que termine el proceso electoral para poder hacer frente a los escenarios de alta criminalidad que se esperan en los próximos meses.
Francisco Franco Quintero Mármol es Maestro en Inteligencia y Seguridad Internacional por el King´s College London, consultor, catedrático y conferencista en temas de inteligencia y seguridad y Director General de CIS Pensamiento Estratégico