A simple vista podría considerarse que todo el crimen organizado es muy similar, dado que solo los podría distinguir el tipo de personas involucradas y los delitos que cometan. Sin embargo, la realidad es que hay una gran diferencia entre cada organización delincuencial y adentrarse en estas diferencias permiten generar estrategias y políticas públicas adecuadas para atacar al crimen organizado.
Si bien no hay una clasificación generalmente aceptada, en CIS generalmente usamos la siguiente para nuestros análisis:
- Origen de la organización. Esto nos ayuda a entender a los miembros que forman parte del conjunto criminal.
Hay organizaciones cuyo origen es el patrocinio, es decir, que cuentan con algún tipo de apoyo de autoridades o grupos de interés específicos e identificados. Otras organizaciones comparten un origen geográfico como muestra el Cartel de Sinaloa o el Cartel de Santa Rosa de Lima. Otras mas tendrán un origen ideológico, esto es si se considera que los miembros del grupo comparten una misma forma de pensar ya sea una religión, una idea económica o un principio político. Incluso otra forma de clasificarlos es a través del origen genético de los miembros de la organización, como cuando pertenecen a una misma familia
- Estructura organizativa
La forma como una organización criminal se conforma es una variable importante de conocer dado que nos indica 1) el tipo de evolución que tiene el grupo, 2) también ayuda a determinar el grado de amenaza que representa a las fuerzas del orden que los combaten, y 3) permite a la autoridad saber qué tipo de estrategias se deben aplicar para la derrota de la organización.
Generalmente encontramos los siguientes tipos de organización: 1)Jerárquica, que se distingue por tener a un jefe(a) identificable que ejerce control toda la vida interna de la organización: 2) Descentralizada donde es un modelo más abierto que permite a la organización tener una toma de decisiones más rápida aunque siempre habrá un líder que tenga la última palabra; 3) Grupo Central que es una estructura de mayor complejidad ya que no se conforma a partir de la unión de un solo grupo de personas, sino que son grupos que funcionan como franquicias criminales; y 4) Red Criminal donde son organizaciones que operan en conjunto con otras organizaciones criminales con distintas formas de organización para alcanzar los objetivos de la red.
- Nivel de evolución
De acuerdo a Sullivan & Bunker, las organizaciones criminales las podemos dividir por tres fases de evolución. Fase 1. Competidor agresivo. Estas son organizaciones que acaban de iniciar en el mundo criminal y son un competidor agresivo frente a las autoridades y otros grupos criminales rivales a los que busca desafiar directamente. Fase 2 el Cooptador criminal. Son organizaciones que el tiempo les ha permitido lograr la expansión criminal y comienzan a operar en regiones adyacentes a su principal zona de influencia. Finalmente, la Fase 3 que son el Substituto del Estado. Es la fase cuando una organización criminal logra alcanzar un nivel de evolución determinado que suelen representar un verdadero desafío no solo para el estado y sus instituciones en donde están asentados los criminales, sino también para las comunidades internacionales involucradas.
- Alianzas
El tipo de alianzas también dice mucho de una organización criminal. Por ejemplo, hay organizaciones que solo podrán tener alianzas temporales con otras criminales. Estas alianzas se dan cuando dos o más grupos consideran que el otro tiene algo que ellos desean y a la inversa. Otras organizaciones tendrán una alianza de tipo parasitaria con otros criminales, esto es, cuando una organización que sea más grande en términos de tamaño, organización, etcétera, se relaciona con otra más pequeña porque les es conveniente bajo ciertas circunstancias.
Recomendación estratégica. Entender al crimen organizado en sus diferencias y detalles nos permite aplicar soluciones aterrizadas a cada caso. El panorama del crimen organizado en México es complejo y diverso lo que implica estudiar los fenómenos por separado. En el ámbito federal todas las administraciones pristas, panistas y morenistas incurrieron en el mismo error que fue plantear el problema del combate al crimen organizado como un aspecto que se podía resolver con recetas mágicas. Ninguno ha tenido resultados positivos y permanentes dado que no implementaron estrategias diferenciadas a problemas que son distintos.