Análisis estratégico para conocer el comportamiento de la criminalidad

Análisis estratégico para conocer el comportamiento de la criminalidad

La criminalidad mexicana es prolífica; en las últimas décadas, ha demostrado capacidad de adaptación para continuar ampliando su participación en los negocios. Con vaivenes, como en cualquier negocio, es desde hace tiempo una de las mayores amenazas a la seguridad y estabilidad de México y otras naciones. Pese a ello, el gobierno mexicano continúa estando un paso, grande, atrás, para hacer frente a una criminalidad que se desarrolla a gran velocidad aprovechando las oportunidades locales y globales. México, con sus muy limitadas capacidades institucionales, continúa luchando en contra de las más de 40 principales actividades criminales sin tener claridad sobre los fenómenos que se desarrollan en el país. Esto le impide prevenir o planear a futuro el sistema de seguridad. Para ser justos, hay que reconocer que pocas son las naciones con estas capacidades, como también son pocas las que tienen amenazas criminales y violentas similares a la mexicana. La planeación y selección de prioridades en el sector de seguridad mexicano, pese a los intentos de actualizarlo y formalizarlo, tradicionalmente es guiada por actores externos a las instituciones de seguridad. En general, los hechos de violencia de alto perfil; las denuncias ciudadanas de relevancia; fenómenos largamente documentados o las presiones desde otras naciones definen las agendas de las instituciones de seguridad. Esta reactividad, que dependiente del comportamiento de terceros, impide planear, producir evidencia y análisis estratégico que vaya más allá del ahora; por lo que en la práctica se complica una toma de decisiones certera acorde con la situación y las tendencias criminales. El análisis estratégico, de situación y/o tendencias, suele ser un instrumento para guiar a las instituciones...
Centralizar o descentralizar la seguridad

Centralizar o descentralizar la seguridad

El federalismo parece estar en boga en el país, el gobierno federal, desde los primeros meses de 2019, se ha encontrado con un amplio abanico de actores interesados en la descentralización y propulsores de los gobiernos locales. El tema de la seguridad no ha sido la excepción, las propuestas para detener la centralización y fortalecer las instituciones locales para hacer contrapeso al diseño del gobierno federal son múltiples y se han posicionado como de mayor relevancia que la pendiente reforma policial. La seguridad es un campo en cambio permanente en el que, pese a la resistencia en el país; continuamente se piensa y repiensa la distribución de los escasos recursos del Estado mexicano para hacer frente desde los habilidosos carteristas hasta a las sofisticadas organizaciones criminales transnacionales. En las últimas décadas, se ha debatido la forma en instituir el modelo anglosajón de policía, también el europeo continental, sobre la viabilidad de desaparecer a las policías locales y también de fortalecerlas para hacer frente a amenazas criminales trasnacionales.  El municipio parece, para algunos y una vez más, la solución a los retos criminales. La base del federalismo y el responsable de la función básica del Estado moderno de dar seguridad a los ciudadanos parece emerger con estrategias de seguridad ciudadana para hacer contrapeso a las instituciones de la federación. Las más de 2 mil policías municipales, tan cuestionadas por su subordinación criminal, ineficiencia, ineficacia y colusión, son las candidatas para lograr niveles aceptables de seguridad a nivel local. Los escasos municipios con historias de éxito, que enfrentan a retos para continuar imponiendo el orden y no ceder ante la criminalidad...