El COVID-19 y la nueva realidad para la seguridad en las ciudades

El COVID-19 y la nueva realidad para la seguridad en las ciudades

El COVID-19 y la nueva realidad para la seguridad en las ciudades La seguridad de los países y su prevalencia en el futuro depende de la forma en que se desarrollen sus ciudades. El COVID-19 ha evidenciado la vulnerabilidad de estos lugares y, en el mejor de los casos, podrá ser un catalizador para un cambio en por lo menos tres campos: 1) la seguridad; 2) el trabajo y 3) el transporte público. Cuestiones nodales para el funcionamiento de las ciudades y que de efectuarse adecuadamente podría beneficiar a su población, aumentar su importancia a nivel nacional y su impacto internacional. Las ciudades han sido los lugares en donde se han desarrollado los modelos de seguridad, en particular los policiales. Nueva York, Londres y Chicago son los referentes en cuanto a desarrollo e innovación en el campo, sin ellas es imposible comprender lo que se realiza alrededor del mundo para contener las actividades criminales y disminuir el desorden y las conductas antisociales, de forma integral y poniendo en el centro al ciudadano. A nivel mundial, los modelos democráticos de seguridad han sido de utilidad durante la pandemia para contar con una autoridad próxima a la sociedad que la guia en las medidas de confinamiento. Con el COVID-19, las policías de las grandes ciudades tuvieron que poner una pausa a la lucha contra la criminalidad para encargarse de controlar los comportamientos sociales y auxiliar a las personas. Las calles y lugares vacíos, así como la reducida movilidad modificaron el comportamiento criminal dando un espacio para que los recursos policiales se enfocaran en la emergencia. Las tecnologías aplicadas a la seguridad...