¿Y después de Durazo?

¿Y después de Durazo?

El pasado 1 de octubre, en el seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México, el Dr. Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), abrió la posibilidad de dejar su responsabilidad para competir en las elecciones a gobernador en Sonora. El hecho, previsible desde que aceptó el encargo presidencial, implicará un nuevo liderazgo que, a corto plazo, tendrá que lidiar con la postergada reforma policial y producir resultados en uno de los temas prioritarios para el país.

La titularidad de la seguridad durante el presente siglo ha sido ocupada por 8 hombres: 4 abogados, 1 ingeniero, 1 médico naval, 1 administrador de empresas y 1 ingeniero/abogado. De ellos, los abogados han sido lo que han dirigido el mayor tiempo: 8 años; un ingeniero fue titular 6; el ingeniero/abogado 3; y el médico naval y administrador de empresas lo fueron por 1 año. Los encargos más cortos, de 1 año, fueron de 2 abogados y el administrador, mientras que el de mayor duración fue de un ingeniero.

De estos 8 hombres, 1 actualmente dirige la seguridad (Durazo), otro es titular de la Fiscalía General de la Nación (Getz Manero); otro aspira a la gubernatura de Campeche (Sales); 1 se dedica a la consultoría (Rubido); 2 se encuentran en retiro (Mondragón y Medina Mora); 1 falleció (Martín Huerta) y el último se encuentra detenido en EU (García Luna). De estos 8 hombres, 7 al momento de aceptar el encargo tenían experiencia amplia y probada en el campo de la seguridad y en la investigación y prosecución del delito, el actual titular, Alfonso Durazo, no.

Durante estos 20 años, el diseño institucional de la seguridad ha variado considerablemente, durante la época de Vicente Fox se le dotó de autonomía y se inició la construcción de instituciones de seguridad con perfil democrático; con Felipe Calderón continuó la autonomía y se consolidó una poderosa secretaría de Estado de seguridad pública; con Enrique Peña se le subordinó a la gobernabilidad y durante el actual gobierno se le regresó la autonomía y vinculó, aún más, con las Fuerzas Armadas.

Este proceso, el diseño institucional de la SSPC y las múltiples funciones de seguridad Nacional, interior, pública, ciudadana y protección civil; con instrumentos de prevención; investigación; inteligencia y reacción, hacen necesario un liderazgo con una visión integral de seguridad que comprenda la comprensión de los fenómenos locales y su conexión con los globales; sobre la prevención y el uso de la fuerza; de sus características multifactoriales; del importante papel del ciudadano; de los intereses de los actores sociales, políticos y económicos; del trabajo en conjunto y de la tradicional politización y corrupción institucional.

El relevo de Alfonso Durazo tendrá bajo su mando una de las instituciones clave para el bienestar de las personas y la estabilidad de la Nación en una época en donde los cambios políticos, económicos y sociales se han visto potencializados debido a la situación de pandemia, sin contar los retos y amenazas a la seguridad que el país acarrea desde al menos tres décadas. Ante ello, es deseable que quien ocupe la titularidad de la SSPC tenga, al menos, las siguientes 10 cualidades:

1) la confianza del Presidente; 2) comprensión de la filosofía de la política de paz y seguridad; 2) integridad sin sospechas de corrupción, malos manejos y prácticas; 3) visión integral de la seguridad; 4) compresión de la transnacionalización y globalización; 5) perspectiva moderna de las instituciones de seguridad; 6) compromiso con la reforma policial; 7) capacidad de negociación con sus pares y los gobierno locales; 9) claridad del papel e intereses del sector privado y social; y 10) compromiso con los valores democráticos.

El nuevo o nueva titular de la SSPC tendrá una importante responsabilidad, no solo enfrentará los embates propios de las instituciones de seguridad de cualquier país, sino que también habrá de adecuarse a las consecuencias y necesidades de la pandemia. Adicionalmente, tendrá que lidiar con los actores corruptores y criminales; seguir con los valores establecidos por la 4T y ser parte de una institución que por sus resultados y legitimidad trascienda al actual gobierno, se consolide como parte del Estado mexicano y sea eficaz para resolver los problemas actuales y los escenarios futuros que la Nación enfrentará.

Recomendación estratégica: Ante el inminente cambio en la SSPC es necesario comenzar un proceso de revisión de candidatos ante la sociedad civil y con los grupos de interés. Si bien es difícil encontrar al candidato ideal, es deseable que de forma general tenga atributos que le permitan operar y trabajar en los diferentes espacios y con los variados intereses que se concentran en el campo de la seguridad. La experiencia nos dice que ni las profesiones, ni la experiencia en las instituciones de seguridad y justicia aseguran un buen liderazgo, ante ello es necesario recurrir a otro tipo de atributos, que den certeza a una institución joven que pretende consolidarse y transcender en la historia.

Agradezco los valiosos comentarios de Misael Barrera Suárez, Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en seguridad e inteligencia. Síguelo en @MisaelBarreraS

Fernando Jiménez Sánchez es investigador CONACyT comisionado a El Colegio de Jalisco. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y coordinador del Webinar en Estrategia y Seguridad de CIS Pensamiento Estratégico; Doctor en Análisis y Evaluación de procesos Políticos y Sociales por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en Análisis y Prevención de Terrorismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Síguelo en @fjimsan