México, en las últimas dos décadas, ha sido reservado en los temas de seguridad internacional. Desde la intensión, durante el gobierno de Fox, de cambiar el voto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a favor de la intervención en Irak a cambio una reforma migratoria, poco se ha realizado en el campo. El actual gobierno parece estar dispuesto a modificar esta situación con la participación en temas de seguridad de gran relevancia que parecían olvidados.
El presidente López Obrador se ha caracterizado por ser un ejecutivo reservado a la política interna y que en pocas ocasiones opina sobre los sucesos internacionales de seguridad. No así su equipo de gobierno, particularmente la Secretaría de Relaciones Exteriores, liderada por Marcelo Ebrard, el político que siendo secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, junto con empresarios, contrato los servicios del ex alcalde de Nueva York Rudolf Giuliani para reformar el sistema de seguridad de la megalópolis en 2002.
A casi veinte años de la contratación del también ex abogado de Donald Trump, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha demostrado su interés en ampliar la participación de México en asuntos de seguridad internacional a partir de tres acciones. La primera fue la reacción ante la muerte de 23 personas en un ataque en contra de población hispana el 3 de agosto de 2019 en la ciudad fronteriza de El Paso en Texas, EEUU, realizado por el supremacista de 21 años Patrick Wood Crusius.
La Secretaría de Relaciones Exteriores actuó condenando el ataque como un acto de terrorismo e informó que iniciarían procesos legales por acciones de terrorismo realizadas en contra de mexicanos en Estados Unidos para tener acceso a toda la información del caso y valorar la participación de otras personas que pudieran poner en riesgo la vida de otros mexicanos; así como, solicitar la extradición del responsable y también demandar a la persona responsable de vender el arma utilizada en dicho ataque.
Estas declaraciones, sin trascendencia hasta el momento y de poca importancia para la población en México, estaban tocando sin querer uno de los temas de mayor relevancia actual para la Seguridad Nacional de Estados Unidos: la actual amenaza terrorista de supremacistas blancos que intentó, con el apoyo de Trump y Giuliani, evitar la llegada a la presidencia de los Estados Unidos de Joe Biden.
La segunda acción, vinculada con la primera, se refiere a la venta legal de armas con la demanda presentada el 4 de agosto de 2021, en Massachusetts, contra 11 empresas dedicadas a la producción de armas, entre las que destacan empresas como Smith & Wesson, Colt, Barrett Firearms y Ruger & Co, por prácticas negligentes para el control del destino de armas que resultaron ser parte de la violencia criminal en México.
Esta demanda, compleja por su naturaleza e implicaciones para los derechos de posesión de armas en Estados Unidos, tiene un gran impacto en el mercado legal de armas y de alto interés para el tráfico y contrabando a nivel global; además de tocar uno de los temas sensibles y de interés nacional en Estados Unidos, la regulación de armas de fuego, mismo que enfrenta a políticos y sociedad, ya sea por el aumento o contracción de libertades, realizadas por cada uno de los gobiernos de dicho país en las pasadas décadas.
La tercera acción es la reacción por parte de la Secretaría Relaciones ante el conflicto de Afganistán, realizando acciones para dar refugio a periodistas, activistas afganos. científicas afganas y a sus familias para escapar de dicho país ante la toma de poder de insurgencia Talibán. Acción alineada a la tradición mexicana de protección y de gran relevancia en un momento en el que los esfuerzos internacionales fueron insuficientes para rescatar a todas las personas que podrían ser consideradas como enemigos de la insurgencia y ser castigadas inhumanamente según la visión radical religiosa que ahora dicta a ese país.
Estas tres acciones resultan de gran importancia a nivel internacional, las dos primeras inclusive de alto interés de seguridad interna para los Estados Unidos al tratar la seria amenaza terrorista supremacista blanca y por estar encaminadas a regular el mercado legal de las armas. Y la tercera por salvar vidas colocan a México en un lugar a nivel global que desde hace veinte años no se veía. La Secretaría decidió salirse de los temas naturales de importancia para México, el trafico y drogas y la migración centroamericana, para debatir temas de impacto mundial que guían la seguridad internacional.
Con el tiempo veremos si el protagonismo se detiene en estos temas o se extiende a los complejos asuntos de defensa occidental. El escudo antimisiles, la acciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la estabilización de los Estados débiles y fallidos, así como la defensa de los derechos y libertades de las personas en los regímenes autoritarios y dictatoriales, los cuales son temas en los que México, la 16° economía del planeta, debería de participar proactivamente.
Recomendación estratégica: El protagonismo de la Secretaría de Relaciones Exteriores a nivel internacional continuará en el actual gobierno, ninguna de las acciones y temas se encuentran concluidos y cualquiera de los tres, u otros que puedan surgir en la agenda de seguridad internacional, podrán ser retomados en cualquier momento. México tiene un amplio poder blando para apoyar el debate y cuestionamientos de asuntos de relevancia internacional, habremos de dar seguimiento a las consecuencias y, sobre todo, a los logros de la Secretaría de Relaciones Exteriores para normar los derechos y vida de los habitantes de Estados Unidos y de dar protección y asilo a las personas que huyen de la violencia y la muerte; sin mencionar la posibilidad de retomar su papel protagónico en materia internacional de la región.
Agradezco los valiosos comentarios de Misael Barrera Suárez, Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en seguridad e inteligencia. Síguelo en @MisaelBarreraS
Fernando Jiménez Sánchez es investigador CONACyT comisionado a El Colegio de Jalisco y colaborador del CIS Pensamiento Estratégico. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores; Doctor en Análisis y Evaluación de procesos Políticos y Sociales por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en Análisis y Prevención de Terrorismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Síguelo en @fjimsan