En la actualidad, nuestra principal amenaza es el Crimen Organizado. Sin embargo, la naturaleza de los riesgos a los que nos enfrentamos actualmente ha evolucionado y hoy por hoy son naturaleza asimétrica, de tal forma que enfrentamos a una pandemia que vulneran no solo la seguridad personal también trastoca otros ámbitos. Al ser el Estado el responsable de brindar seguridad y establecer la estrategia debemos de entenderlo y coadyuvar con las medidas rumbo adecuado para salir de la crisis con el menor impacto.
En estrategia un principio fundamental es la seguridad. En medio de un momento tan crítico, es sorprendente observar el desarrollo que ha alcanzado la cultura de seguridad en la mayoría de los habitantes de nuestro país, haciendo referencia a las medidas de cuidado y protección a las que nos sujetamos de manera directa e indirecta todos los días, estimamos y prevemos situaciones, seleccionamos los lugares a los que acudiremos, tomamos medidas, recomendamos y muchas veces decidimos de forma acertada, creamos escenarios con una visión estructurada, tenemos una ciudadanía más demandante en información.
Se necesita continuidad en la acción otro principio básico de estrategia ser contundente en las políticas de seguridad entrar de lleno, de no hacerlo, el esfuerzo habrá sido en vano, la normalización del orden lleva tiempo y es necesario arriesgarse con dinámicas distintas e innovadoras la Guardia Nacional como estrategia central de este gobierno en curso apuesta a resolver el tema más importante que afecta a todos los mexicanos, la inseguridad y la lucha contra el crimen organizado.
Es prioritario definir las reglas sobre el uso de las fuerzas de Seguridad Pública Municipal, Estatal y Federal. Además, se requiere detallar de manera específica los procedimientos para el empleo de las Fuerzas Armadas, ingrediente que se vuelve vital para la estrategia que se implementa se debe actuar en armonía con actores de trascendencia como:
- Legislar en concordancia con las proyecciones de la Agenda Nacional de Riesgos, para lo cual se requiere que los legisladores adopten la conciencia de una cultura de seguridad.
- Liderazgo institucional, ya que, gobernar no resulta una tarea fácil y conlleva un alto riesgo, ésta requiere decisión y disposición estar dispuesto a perder de ser necesario. Las decisiones que se traducen en órdenes, tienen dos resultados dicotómicos, puede culminar en un éxito o en una catástrofe.
- Sociedad disciplinada, que actúe de manera cuidadosa, congruente, acatando las medidas y estando dispuesta a sacrificarse para salir adelante.
El tema neurálgico para entender la violencia reside en la fragmentación de las Organizaciones de la Delincuencia Organizada, las cuales cuentan con un alto nivel de profesionalismo y han provocado un aumento en la escalada de violencia. Aunado a lo anterior, observaremos un salto cualitativo después del regreso a la normalidad. Por ello, es necesario cambiar nuestra forma de conducirnos en todos los sentidos, resultará indispensable cambiar la forma de cuidarnos y proteger a quienes más nos importan, solo así podremos recobrar la tranquilidad y la seguridad.
Resultará benéfico aplicar otro de los principios de la estrategia, la flexibilidad, desde hace más de dos sexenio las fuerzas armadas han buscado tener un respaldo legal y coordinar sus acciones de forma integral el primer desplante ya se percibe con la Ley nacional del uso de la fuerza y la Ley de la Guardia Nacional con la reciente aprobación de la actuación de las Fuerzas Armadas en labores de Seguridad Pública.
Desde una perspectiva militar, es importante destacar, que el soldado o marino de formación al que se le asigne estar en comisión, al servicio de la Guardia Nacional, deberá tener en mente que la cooperación será el principio más importante para lograr de manera armónica el objetivo principal, que es la seguridad de la ciudadanía.
Estar en la primera línea de combate, analizar el contexto, entender y tratar de definir panoramas no es una tarea fácil. Los tiempos cambian y la dinámica de la seguridad evoluciona recuerdo con nostalgia aquellas definiciones doctrinales de Seguridad Nacional, que hacían alusión a la defensa y salvaguarda del territorio nacional, a garantizar el estado de derecho y desarrollo de la vida nacional en condiciones óptimas de gobernabilidad, éstas concebían a la amenaza como un actor lejano y ahí cuadramos los principios de la estrategia sin problemas ahora estos principios utilizados por años en todos los conflictos se encuentran presentes con, nuestros riesgos y amenazas.
Redactado por Erwin Romero,
Maestro en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana,
Lic. en Admon. Militar por la Esc. Sup. Guerra,
Consultor en Gestión de Crisis,
Catedrático y conferencista en temas de inteligencia, políticas policiales, delincuencia organizada y narcotráfico.