¿Cómo llamar a la violencia extrema mexicana?

¿Cómo llamar a la violencia extrema mexicana?

La semana pasada, en dos ciudades de México, Salamanca, en el estado de Guanajuato y Puebla, en el estado del mismo nombre, se utilizaron artefactos explosivos en contra de blancos específicos. Este evento, como los que se han presentado en el pasado, vuelven a evidenciar las dificultades para conceptualizar y catalogar el tipo de violencia extrema que se vive en el país. El concepto de terrorismo es el primero que viene a la mente cuando se presenta el uso de un artefacto explosivo. La falta de un acuerdo mundial y una definición formal para catalogar este tipo de violencia deja que los ciudadanos tomen como referencia lo que en su imaginario se adapte para explicar los actos destructivos.  Existen mas de 200 definiciones académicas del terrorismo y cientos más de tipo legal en los marcos normativos de los países, por lo que es difícil establecer lo que es y no es el terrorismo. Desde la academia, en esas 200 definiciones, existe una coincidencia que puede ser de utilidad para comprender y diferenciar este concepto de la violencia extrema mexicana. El terrorismo suele incluir: 1) el uso de la violencia; 2) con fines políticos y 3) como medio para incidir en una sociedad. La violencia utilizada por el terrorismo, para comunicar y llamar la atención a las demandas políticas e ideológicas marxistas, de supremacismo blanco, la subordinación del Estado a la religión, la autonomía o independencia, al ser utilizada por otro tipo de organizaciones, generalmente criminales, suele confundir el debate, pese a la relación entre estas dos actividades ilegales. El terrorismo se suele vincular con la criminalidad de manera coyuntural...
El nuevo terrorismo post Afganistán

El nuevo terrorismo post Afganistán

El fin último de un grupo o un individuo que abraza la causa terrorista es imponer una condición política a su adversario. El infundir miedo a una población, a través del acto terrorista, es un medio para alcanzar ese fin último que desean. Siempre se ha reconocido, que, si bien las organizaciones terroristas cometen infinidad de actos criminales, en realidad nunca lograran obtener una victoria decisiva y final sobre sus adversarios. ETA no lo logro, tampoco lo hicieron el Ejército Republicano Irlandés, Sendero Luminoso, Hamas, o los Montoneros. El terrorismo era más bien considerado una técnica de combate que azota a una sociedad a los gobiernos que son blanco de estos ataques, pero que no ganará al final del día. Una razón que explica lo anterior, es que las organizaciones terroristas no tienen una estructura organizacional que les permita operar con suficiente fuerza para ganar batallas importantes y consecuentemente imponer su condición política de forma decisiva al adversario.  Es decir, sus estructuras son muy útiles y efectivas para operar en la clandestinidad y generar terror constante a través de sus actos—incluso traspasando las fronteras de su propia zona de acción— pero no tienen capacidad financiera, técnica y humana para derrotar a esos gobiernos que han elegido de adversarios. No es que no puedan tener esta capacidad, sino que la lógica del terrorismo es trabajar ya sea a partir de inspirar nuevos individuos (los llamados lobos solitarios) o con células que operen de forma descentralizada y casi sin nulo control del núcleo de la organización. Sin embargo, los hechos recientes en Afganistán parecen haber cambiado esta tesis y lo que...
Una Guardia Nacional para la seguridad interior¿y el resto del sistema?

Una Guardia Nacional para la seguridad interior¿y el resto del sistema?

El presidente de México, en contra de las solicitudes realizadas por expertos y grupos de interés, inició el proceso para incorporar a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Con ello, culminaría el proceso, más allá de la cuestionable militarización de la seguridad en el país, de la creación de una institución para la seguridad interior. México tiene un problema serio de criminalidad y violencia, distinto al que se enfrentan otras democracias occidentales. El crimen organizado se extiende en los 32 estados de la república; tiene control tanto de sectores sociales, políticos y económicos, así como un control territorial amplio, cercano al 30%, según el Departamento de Defensa de EEUU; sin mencionar los vínculos transnacionales, imposibles de enfrentar con instituciones de seguridad pública o ciudadana como las mexicanas. La criminalidad mexicana es un asunto de seguridad interior. Esta es una seria amenaza a las personas, los valores, la libertad, las instituciones del Estados y la democracia; elementos necesarios para que todas las personas puedan disfrutar sus vidas. Ante ello, la necesidad de acudir a las Fuerzas Armadas en la lucha contra la criminalidad y su violencia es evidente y común en las democracias occidentales. Poco o nada debería asustar una institucionalización similar a las que se ha producido en las, más o menos desarrolladas, democracias occidentales europeas y latinoamericanas.  Las organizaciones que encuentran su origen en las fuerzas armadas, como Gendarmerías, Guardias Civiles, Policías Militares y Carabineros conviven de forma cotidiana con aquellas emanadas del ámbito civil, como los servicios de inteligencia, de protección de fronteras, las Policías Nacionales y Federales, agencias de Investigación criminal y Policías de...
¿Crimen organizado como terrorismo en México?

¿Crimen organizado como terrorismo en México?

Las dificultades para reprimir las actividades criminales y violentas en México, se piensa, podrían ser disminuidas con el desarrollo de una política antiterrorista. En este sentido, la senadora Lilly Téllez presentó el pasado 7 de julio una propuesta de reforma al código penal que, pese a sus limitaciones, podría servir como base para comenzar a delinear lo que pudiera ser el inicio de una política antiterrorista. Teóricamente, el crimen organizado y el terrorismo son cuestiones diferentes, de eso no hay duda. Lo que sí se encuentra a debate es qué tantos beneficios acarrearían utilizar los instrumentos antiterroristas para luchar contra la, transnacional y violenta, criminalidad mexicana. La propuesta de la senadora Téllez explora tímidamente este camino, pues se limita a incluir en el capítulo de terrorismo del código penal las actividades criminales, cuestión que difícilmente podría significar un cambio sustancial que ayude a la lucha contra la criminalidad en el territorio nacional, ya que no profundiza en las complejidades de las actividades criminales, las terroristas y sobre el uso de la violencia. La criminalidad mexicana y el terrorismo comparten elementos comunes, de ahí la pertinencia de luchar contra ellos con instrumentos del mismo tipo. En este sentido, las dos actividades, de manera general: 1) se conforman por grupos de personas organizadas; 2) tienen mecanismos de reclutamiento; 3) procesos de radicalización; 3) utilizan la violencia; 4) tienen injerencia en la vida social, política y económica; 4) crean redes tanto de protección como de defensa social, política y económica; 5) tienen mecanismos de control territorial; y 6) se vinculan con otras organizaciones de su tipo; pese a la diferencia en objetivos...
¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

La matanza de Acteal en 1997 tendría que ser un recordatorio permanente al gobierno local y federal de lo que ocasiona la ausencia de autoridad en regiones altamente polarizadas y armadas. Por ello, los hechos ocurridos en Pantelhó, Chiapas, principalmente en los días del 5 al 8 de julio pasados, resultan muy delicados y se estima que serán un indicador del tipo de conflictos que se avecinan en la región. Por ello, valdría la pena considerar algunos elementos desde el punto de vista de la inteligencia y la estrategia que podrían aminorar la intensidad y la frecuencia de lucha. Controlar la ampliación del modelo de autodefensas como forma de organización civil para ofrecer resistencia frente a las bandas criminales. El modelo de autodefensa tiende a crecer en zonas sujetas al avance de organizaciones criminales tales como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cartel de Sinaloa (CS) y células remanentes de los Zetas. En 2021 se tiene información sobre grupos de autodefensas en Michoacán, Guerrero, Sonora, San Luis Potosí, Veracruz y en Chiapas. La preocupación es que las autodefensas amplían el panorama criminal mexicano dado que algunos de estos grupos han mostrado ser penetrables e influenciables por el crimen organizado y otros grupos de interés (políticos, económicos o hasta religiosos), es decir, que pueden tener un origen “civil” pero rápidamente pueden transformar su naturaleza en una incluso criminal. No parece posible en este momento alcanzar éxitos operativos sosteniendo dos o más “Aguilillas” simultaneas y en diferentes frentes. Aguililla, Michoacán, ha mostrado la dificultad que tienen los cuerpos militares para recuperar un territorio aislado, montañoso, con caminos complejos y en...
Reynosa: la violencia del negocio criminal

Reynosa: la violencia del negocio criminal

La ciudad de Reynosa en Tamaulipas, una vez más, se volvió noticia de violencia el pasado 19 de junio. El homicidio de 15 personas demostró la ausencia e incapacidad de las instituciones de seguridad federales, estatales y municipales para hacer frente a células criminales. Este tipo de hechos violentos demuestran el reto que implica la criminalidad y la forma en que se puede ejercer la fuerza en los procesos de gestión de sus negocios. Las organizaciones criminales hacen uso de una serie de herramientas para la gestión de sus negocios, siendo la violencia una de las principales. Se utiliza internamente para ejercer control sobre las unidades administrativas y productivas; hacia afuera, para enfrentar a la competencia, a la estructura reguladora, las autoridades, y advertir a los ciudadanos. De ninguna forma un fin, sino una actividad más del negocio criminal para mejorar su posición en el mercado. El nivel de la violencia, su exhibición y el nivel de riesgo que conlleva, suelen estar relacionados con los objetivos y las formas de comprender las consecuencias de su uso. El homicidio paulatino de personas suele pasar desapercibido, mientras que los atentados en contra de población no combatiente tienen un impacto social local, que, en algunos casos, como en Reynosa, trasciende al ámbito nacional y que en raras ocasiones a lo internacional. La violencia criminal en pocas ocasiones tiene un impacto social que trascienda en el tiempo. La generalización de hechos violentos satura a las audiencias, quienes desesperadamente e incitadas por el miedo, buscan racionalizar la violencia y aislarse o distanciarse de ella. Para ello, las personas crean barreras físicas e imaginarias para...