Desregulación de la seguridad privada en México

Desregulación de la seguridad privada en México

La seguridad pública ha dejado de ser en México un monopolio en manos del Estado al tolerar, permitir e incluso favorecer el desarrollo de la seguridad privada. Esta es una actividad que ha tenido una significativa expansión como resultado también de los crecientes niveles de inseguridad en todo el país, llegando a rebasar las capacidades de las autoridades gubernamentales para regular su funcionamiento, cuestionándose cada vez más si en realidad este sector de servicios es un auxiliar del Estado  en su responsabilidad de brindar seguridad a la sociedad o más bien se constituye en un componente más del mundo de los negocios lucrativos, la economía informal e incluso en un ámbito de actuación del crimen organizado en el país. La proliferación de servicios privados de seguridad no ha contado con una regulación jurídica adecuada que obligue a los prestadores del servicio a cumplir con estándares mínimos de calidad, seguridad, capacitación, reclutamiento, lo que ha favorecido que se evada el pago de obligaciones fiscales, se cometan atropellos y violaciones a los derechos humanos de sus trabajadores, se incrementen las quejas de personas a las que supuestamente sirven. Incluso se ha convertido en una modalidad de operación del crimen organizado para acometer asaltos a empresas y fraccionamientos residenciales que contratan este tipo de servicios. También se tienen indicios de que el narcotráfico incursiona en el sector para el lavado de dinero y para ofrecer venta de protección a empresas ubicadas en zonas del país con fuerte presencia de las organizaciones delictivas. Marco regulatorio Las empresas de seguridad privada tienen como marco jurídico que fundamenta su operación a la Constitución Política de...