¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

¿Un nuevo conflicto armado en Chiapas?

La matanza de Acteal en 1997 tendría que ser un recordatorio permanente al gobierno local y federal de lo que ocasiona la ausencia de autoridad en regiones altamente polarizadas y armadas. Por ello, los hechos ocurridos en Pantelhó, Chiapas, principalmente en los días del 5 al 8 de julio pasados, resultan muy delicados y se estima que serán un indicador del tipo de conflictos que se avecinan en la región.

Por ello, valdría la pena considerar algunos elementos desde el punto de vista de la inteligencia y la estrategia que podrían aminorar la intensidad y la frecuencia de lucha.

  1. Controlar la ampliación del modelo de autodefensas como forma de organización civil para ofrecer resistencia frente a las bandas criminales. El modelo de autodefensa tiende a crecer en zonas sujetas al avance de organizaciones criminales tales como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cartel de Sinaloa (CS) y células remanentes de los Zetas. En 2021 se tiene información sobre grupos de autodefensas en Michoacán, Guerrero, Sonora, San Luis Potosí, Veracruz y en Chiapas. La preocupación es que las autodefensas amplían el panorama criminal mexicano dado que algunos de estos grupos han mostrado ser penetrables e influenciables por el crimen organizado y otros grupos de interés (políticos, económicos o hasta religiosos), es decir, que pueden tener un origen “civil” pero rápidamente pueden transformar su naturaleza en una incluso criminal.
  • No parece posible en este momento alcanzar éxitos operativos sosteniendo dos o más “Aguilillas” simultaneas y en diferentes frentes. Aguililla, Michoacán, ha mostrado la dificultad que tienen los cuerpos militares para recuperar un territorio aislado, montañoso, con caminos complejos y en donde el criminal se esconde entre la población lo que ocasiona una enorme dificultad para ubicarlo, detenerlo e incluso combatirlo. Todo esto causa que el conflicto no pueda ser de corta duración. En Chiapas, que territorialmente hablando tiene condiciones similares a las encontradas en Michoacán, las fuerzas armadas estarían arrastradas a un conflicto similar donde enfrentarían múltiples trincheras criminales, facilidad para ser emboscados y la fuga de delincuentes a través de la montaña donde incluso pueden estar en pocas horas en territorio guatemalteco.

Sería un grave error de cálculo abrir dos o más frentes de esta naturaleza. La posible solución es hacer una batalla de movimiento en lugar de uno de posiciones para quitarles la ventaja táctica que el adversario tiene dado su mejor conocimiento sobre el terreno.  Sin embargo, eso trae otro tipo de consecuencias sobre todo en la duración del conflicto y quizá tampoco ofrecería claridad para obtener batallas decisivas contra los criminales. Por lo tanto, al no haber avance continuaría el desgaste político y de percepción como ha sido Michoacán.

  • La clave del aumento de violencia futura en la región podría estar en los grupos de interés locales y extranjeros. En el conflicto en Pantelhó llamó mucho la atención el comportamiento de los criminales durante la batalla: el armamento utilizado, el entrenamiento mostrado, la rapidez con la cual se organizaron y en especial la explosión del carro bomba. Estas no suelen ser técnicas ni armas propias de la región, incluso tampoco se dan en otras partes del País que están sujetas a un nivel considerable de intensidad y frecuencia del conflicto.

Entonces, el ciclo de inteligencia tendría que analizar primero el financiamiento de estas organizaciones criminales ya que las batallas son costosas y quizá existan grupos locales financiando esta serie de acciones ya que la actividad criminal en la región no es lo suficientemente amplia para ofrecer toda esa cantidad de recursos para la batalla.  

En segundo lugar, se tendría que analizar a las personas que estarían entrenando o transmitiendo conocimiento a los delincuentes. Sobre todo, habría un grado más de preocupación si estos “coaches” fueran extranjeros contratados para enseñar a los criminales a perfeccionar la construcción y utilización de explosivos. En realidad, fabricar un artefacto explosivo no es difícil, lo complejo es fabricar un buen explosivo que cumpla con su propósito como el carro bomba utilizado en Pantelhó. Recordemos que un carro no está diseñado para explotar ya que el tanque de gasolina, el chasis y los componentes resisten una gran cantidad de presión justamente para evitar incendios y posteriores explosiones. Fabricar un carro bomba requiere conocimiento ya que se le tienen que hacer modificaciones al automóvil para que la energía que se libere no se contenga en él y más bien llegue al objetivo para generarle un daño letal. Esa es técnica que alguien pareció haberles transmitido a los criminales en la zona.

  • Podrían estar en riesgo el Tren Maya, las presas, el turismo y “La Chingada”.  A partir de la información que nos indica que el CJNG avanza hacia Chiapas para enfrentar al CS y tomar algunas zonas estratégicas de la región, hemos realizado dos estimaciones. La primera es que ambos grupos no atacarán infraestructura estratégica dado que no ha sido su forma tradicional de operar. Sin embargo, en nuestra segunda estimación hemos descubierto que dado la multiplicación de actores criminales que surgirán del conflicto o que aprovecharán la situación para hacer su aparición y reclamar un lugar en el mundo criminal, de ellos si pudiéramos esperar un comportamiento más violento e irracional con intenciones de realizar sabotajes a la construcción del Tren Maya, a las presas en la Angostura o Chicoasén o atentados en contra del turismo en Palenque.

Podría preocupar en particular alguna acción concreta en contra de la vida del presidente en su rancho “La Chingada” que se encuentra en Palenque. Las acciones vistas en Pantelhó pueden contagiar o inspirar a otros grupos para llevar acciones violentas que metan presión política al gobierno. El cálculo que pudieran estar haciendo estas organizaciones nuevas es que, si no ha habido un castigo político ejemplar en contra de otras organizaciones criminales que en diversos lados han elevado el nivel de violencia a niveles extremos, entonces tampoco lo habrá para ellos, o si los hay, el costo es pagable por el daño infringido a su enemigo.

  • “Dime cuantas y que tipo de armas ilegales tienes y te diré el tipo de conflicto que se avecina”. El tráfico de armas ligeras de Guatemala a México también es un tema de mucha preocupación para las instancias de inteligencia mexicanas. Ya sea que estén llegando por “compradores de paja” de las armerías centroamericanas, de los arsenales oficiales del vecino país, de las empresas de seguridad privada, por robos, o incluso por piezas, el hecho resulta preocupante debido a que la sociedad chiapaneca ha mostrado altos niveles de polarización. De los aproximadamente 16 millones de armas que circulan en México, se estimaría que el 70% se encuentran en poder de civiles, aunque aún falta saber cuántas y de que tipo hay en Chiapas ya que hace algunos años no presentaban armas de este nivel de calibre. Lo que es una realidad es que el tráfico parece exitoso ya que los grupos estan bien armados y por lo tanto la importación de nuevas armas se explicaría para reemplazar las armas de fuego viejas o para acceder a armas especiales para conflictos de mayor alcance.

Recomendación estratégica. Hay una oportunidad muy grande para las áreas de inteligencia para hacer que el tema de Pantelhó sea una emergencia puntual y no se convierta en una crisis política, económica y social muy importante dentro de la región. Como siempre, dependerá de activar el ciclo de inteligencia a tiempo para alimentar la toma de decisiones oportuna.

Francisco Franco Quintero Mármol es Maestro en Inteligencia y Seguridad Internacional por el King´s College London, Director de CIS Pensamiento Estratégico, consultor, catedrático y conferencista en temas de inteligencia y seguridad.