Notas para una Agenda Nacional de Seguridad, 2015 PARTE II

Notas para una Agenda Nacional de Seguridad, 2015 PARTE II

Como parte y continuación de la primera entrega en la que se abordaron los temas  1. Crisis política, del Estado de derecho y seguridad y 2. Crisis de seguridad nacional, en esta ocasión ofrecemos a nuestros lectores una serie de notas relacionadas con un diagnóstico de riesgos, amenazas y vulnerabilidades de la economía nacional que, para Consultores en Inteligencia y Seguridad (CIS) deben de ser atendidas si queremos evitar escalen a escenarios recesivos e incluso de una crisis económica en los próximos años.

No dejamos de reconocer que el país experimenta importantes logros en materia económica, pero como toda área de análisis de inteligencia, tiene el deber de ofrecer y advertir a los tomadores de decisiones sobre los diferentes indicios que pueden constituirse en peligros para el crecimiento económico del país.

Como decíamos en la entrega anterior, se decidió dividir el diagnóstico de la realidad nacional en varias entregas. El propósito final será sustentar y ofrecer una AGENDA que oriente la actuación de los diferentes actores con mejores elementos conceptuales, metodológicos e informativos para el análisis de temas de inteligencia y seguridad en nuestro país.

Segunda Parte

  1. ¿Recesión o crisis económica?
  • Las estrategias y políticas económicas implementadas hasta el presente año no superan los problemas estructurales de la economía del país, entre los más significativos: bajo nivel de crecimiento del PIB (menor al 1.8 por ciento, en los últimos dos años y medio), crecimiento de la economía informal, bajos niveles de empleo formal, generación de pobreza (60 millones de pobres), mala distribución de la riqueza, concentración de ésta, elevada desigualdad social, fuga de cerebros y fuerte dependencia tecnológica.
  • Siguen sin corregirse errores de política económica, entro los que destacan:
    • primero, no se ha hecho lo suficiente para sanear las finanzas públicas por lo que se tiene un déficit fiscal creciente, una deuda pública mayor y una reforma recaudatoria que ha restado recursos a los hogares y a las empresas;
    • segundo, un incremento e ineficiente gasto público, que no agrega valor a la economía al reportar una caída del 0.3 por ciento), contribuyendo al estancamiento de la económico y a una inversión pública que registra tasas negativas en los últimos 2 años;
    • tercero, el gobierno tardó mucho tiempo para establecer las nuevas reglas para la construcción de vivienda mandando a la quiebra a desarrolladores de vivienda con efectos negativos en la industria de la construcción y la caída en cascada del empleo; y,
    • cuarto, no adoptar medidas para poner un alto al tráfico de influencias, la corrupción y la creciente participación de la delincuencia en la economía informal y formal por la vía del lavado del dinero.

Consecuencias de ello son la depreciación del peso, los recortes presupuestales -ya en marcha-, y la creciente pérdida de confianza empresarial, factores que apuntan a una posible recesión equivalente a la experimentada en los años de 2008 y 2009.

  • Las reformas estructurales de los últimos años lograron avanzar el tramo legislativo; sin embargo, su implementación y operación no prospera al ritmo deseado, entre otros factores, por el incremento de la inseguridad jurídica y la crisis generalizada de seguridad que experimenta el país.
  • Como resultado del proceso de debilitamiento de las instituciones, y del imperio de una economía sustentada en el tráfico de influencias y la corrupción, el Estado falla como regulador y generador de equidad para competidores e inversores. Por tanto, capitales emigran a regiones del mundo donde se ofrece mayor certeza jurídica y seguridad patrimonial.
  • El recién creado Instituto Federal de Telecomunicaciones y la nueva Comisión Federal de Competencia Económica, no ofrecen las garantías jurídicas y regulatorias que demandan inversionistas globales acostumbrados a diseñar proyectos sobre la base de una seguridad jurídica, seguridad pública y un Estado de derecho pleno.
  • Otro de los ejemplos de falta de certeza jurídica se observa en la falta de supervisión y vigilancia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que no puede evitar defraudaciones a ahorradores como en el caso de Ficrea.
  • Para muchos inversionistas la ventaja competitiva que representaba México como zona económica regulada por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con mano de obra barata, basada en contratos de protección por el exitoso modelo de desmovilización y control sindical en la industria y los servicios, ha dejado de serlo ante los elevados costos que ahora tienen que pagar por los servicios de seguridad privada que requieren contratar y que no garantizan el ser víctimas de un secuestro, el asesinato o la obligación de pagar sobornos y cuotas extraordinarias permanentes a la delincuencia organizada.
  • México observó durante 2014, un desaliento de inversión extranjera superado en América Latina por Brasil que recibió 47 mil 303 millones de dólares en nuevas inversiones; Chile, 10 mil 347 millones de dólares; Colombia 9 mil 394 millones de dólares y México tan solo 4 mil 235 millones de dólares.
  • Otro factor que está desalentando la inversión se encuentra en las complicaciones del sistema fiscal El Global Benchmark Complexity Index 2014 pone a México entre los diez países peores por su complejidad burocrática, y lo atribuye a las nuevas medidas del SAT. A esto añádase la opacidad en las políticas y programas públicos. El informe Paying taxes 2015 de Price Waterhouse Coopers pone a México en el lugar 105 en simplificación fiscal, por abajo de Chile (29), Guatemala (54), Perú (57), Grecia (59) y Afganistán (79).
  • La economía liberalizada, sin controles públicos, sigue provocando concentración de oportunidades. Mata la necesaria y sana competencia y fortalece las tendencias monopólicas y oligopólicas. El Estado, de no corregir sus ineficiencias seguirá operando en contra de los sectores público, privado y social, al incapacitarlos para su actuación en el libre mercado.
  • Hoy continúa la emigración de capitales, empresas y personas altamente calificadas que salen del país y se suman a los grupos de población desplazados internamente por la violencia de las zonas o regiones con crisis de seguridad. Los casos extremos se tienen en Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, estados a los que se suman, en los últimos meses, Jalisco y Coahuila, y las ciudades de la frontera norte.
  • En Guerrero, Michoacán y Sinaloa, empresas mineras han decidido para 2015 cancelar inversiones y estudian el cierre o disminución de actividades en unidades productivas. La minera belga Nyrstar especializada en la extracción en Guerrero de zinc, cobre, plata y oro dejará de invertir 15 millones de dólares en México.
  • La producción minera reportó en marzo –según datos del INEGI- una caída anual de 5.2 por ciento con descensos tanto en la actividad petrolera como en las otras actividades extractivas. Dentro de este sector, la producción petrolera del primer trimestre de 2015 fue 4.8 por ciento menor a la alcanzada en el mismo periodo del año pasado, mientras la minera cayó 6.9 por ciento. El organismo indicó que lo anterior se vio reflejado en el estancamiento mensual del sector industrial, en el que también influyó una caída de 1 por ciento en la producción manufacturera de marzo y un descenso de 1.6 por ciento en la minera.
  • Un mes antes, el Indicador Global de la Actividad Económica mostro una variación de enero a febrero del 0.03 por ciento asociado a una cada vez mayor debilidad del mercado interno, insuficiente gasto público y desaceleración del crecimiento en EU.
  • Poco crecimiento en un año en el que los precios del petróleo internacional se desplomaron hasta en un 50 por ciento respecto a los niveles alcanzados en 2014, sobre los cuales se calcularon erróneamente los ingresos gubernamentales para 2015, lo que ha obligado a un recorte presupuestal con afectaciones a las compras gubernamentales y, por esa vía, a las empresas proveedoras de bienes y servicios.
  • Se mantiene la caída de la producción agropecuaria por apertura comercial, sequías derivadas del cambio climático y destrucción de cultivos por lluvias torrenciales, lo que afecta a productores y el abasto de alimentos, factores que habrán de incrementar la importación de productos básicos y los precios agropecuarios.
  • La cada vez menor producción de bienes y servicios debilita al mercado interno y provoca un incremento de importaciones a precios elevados.
  • La inevitable disminución y posposición de la inversión pública desploma las expectativas de crecimiento. Para 2013, se esperaba 3.5%: resultó 1.4%. Para 2014, se esperaba 3.9%, y fue 2.1%. Una y otra vez se han revisado a la baja las proyecciones para este año que analistas económicos advierten no será superior al 2%, por lo que el país continuará en la categoría de los países de bajo crecimiento.
  • Las estimaciones de crecimiento podrían ser todavía menores si los factores generadores del actual escenario de mayor inestabilidad económica mundial impactan en los próximos meses a la economía nacional. Entre estos destacan: la disminución mundial de recursos naturales explotables, la búsqueda desesperada de mayores reservas de gas y petróleo, el comportamiento errático del mercado energético, un mayor estancamiento en la recuperación económica en EU, el impacto financiero del crecimiento de deudas impagables por gobiernos europeos y latinoamericanos que incrementaron sus déficits públicos, la volatilidad de la inversión extranjera y la mayor movilidad de los capitales golondrinos; la posible salida de la UE de Gran Bretaña y Grecia, el escalamiento de conflictos bélicos, la disminución en el abasto alimentario (de alimentos orgánicos y su sustitución por alimentos transgénicos), etc.
  • Una recesión en Europa y en EU inhibiría las exportaciones mexicanas.
  • Ante la creciente incertidumbre, el Banco de México ha difundido que el país cuenta con 270 mmd disponibles para cualquier contingencia, especialmente: fuga de capitales, tipo de cambio negativo e inflación. Analistas económicos destacan que la inversión extranjera en México es de alrededor de 150.8 mmd en valores privados y 140.8 mmd en valores gubernamentales, lo que significa un déficit de 21.5 mmd, que en una coyuntura de emigración de capitales acentuaría el tipo de cambio y una mayor inflación con severos daños a la economía nacional.
  • El país se encuentra inmerso en un escenario donde sus mecanismos de protección ante la globalización económica son frágiles e insuficientes. Si a ello se agrega el uso intensivo de la conectividad que permite el contagio instantáneo de los riesgos económicos, políticos y sociales, se advierten posibles afectaciones mayores.
  • El modelo económico y las políticas para su implementación siguen generando mayores desequilibrios económicos, ensanchando la brecha entre ricos y pobres.
  • México fue catalogado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre las naciones con mayor desigualdad en salarios y distribución de la riqueza, por lo cual, por tercera ocasión, el organismo lo clasificó como muy desigual, además de que lo ubicó con una baja base fiscal.
  • La baja base fiscal advierte de otro fenómeno adverso: el crecimiento de las actividades de la economía informal. Empresas acreditadas en la economía formal como las que no, son promotoras de actividades informales. Tal es el caso de la extracción de hierro en el estado de Michoacán donde empresas transnacionales (asiáticas) se beneficiaban de la compra de este insumo a la delincuencia organizada, concretamente Los Caballeros Templarios.
  • El INEGI identifica que alrededor de 30 millones de mexicanos (60 por ciento de la PEA del país) participan en la economía informal, representando alrededor del 25 por ciento del PIB.
  • Todos los puntos abordados, permiten constatar la falta de una visión y estrategia de desarrollo para el mediano y el largo plazos que supere el estado de anarquía en que se mueven los diferentes actores de los sectores público, privado y social de la economía, lo cual constituye una de las principales amenazas a la estabilidad y viabilidad económica del país para el mediano y largo plazos.